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Capítulo 1 - Has venido a verme.




¡Definitivamente lo has hecho a propósito! ¡Asquerosa plana con trenzas cuatro ojos!


Es la hora del descanso, en cuanto al lugar, no es ni más ni menos que el área de lectura de la biblioteca y en aquel sitio, me encuentro yo… Kisaragi Amatsuyu, o como soy conocido: Joro.


Me puse de pie y me dirigí con un grito de ira hacia la mujer que se encuentra sentada justo frente a mí.


— Ara ~ Solo te imitaba siendo malvada, que manera tan cruel de hablarme. —


La mujer a la que me enfrento, es Pansy, Sanshokuin Sumireko, quien mostraba una actitud como si no le importasen mis gritos de ira y posteriormente, tomó asiento justo a mi lado.


— ¡Maldita! Lo que me has hecho es por lejos más cruel. —


De acuerdo, al percibir esta situación es posible que crean que soy un maldito bastardo por gritarle repentinamente a una chica, pero me agradecería que solo esperaran, de lo contrario estarían sacando conclusiones erróneas. Es cierto, me enojo fácilmente, pero incluso, así no le gritaría a una chica sin tener un motivo, así que empecemos por explicar de manera sencilla ese motivo.


Esta chica… Intento hacer que lamiera sus zapatos…


“Es lo que te hace feliz”, dijo mientras me levantaba el pie y con actitud majestuosa.


¡Por supuesto que me enfadaría!


De hecho, si lo piensas con sentido común… ¿A qué estudiante de preparatoria fanático de los pechos grandes se alegraría por que le digan: “te hará feliz”, mientras que sonrojada intentaba hacer que lamiera sus zapatos?


¡La respuesta es nadie! ¡Absolutamente nadie!


— ¡Ya no puedo soportarlo! —


¡Por ahora dejare que detone toda la ira que he acumulado desde el prólogo del primer volumen de esta historia! ¡Así que prepárate!


— … Es cierto… Lo siento. —


— Además, tú… ¿Eh…? —


Oye, espera… Acaba de ocurrir algo bastante fuera de lo común e inesperado.


No importa que tanto le levante la voz, incluso si son todos los días, no importa cuánto me enoje, Pansy nunca se disculpa… Pero ahora Pansy… ¿Finalmente se ha disculpado?


— ¿Qué te sucede? Disculpándote repentinamente… —


Básicamente Pansy nunca se arrepiente.


Es egoísta y terca, por lo que si algo no le agrada de inmediato se molesta, y esa molestia se va multiplicando hasta que termina desquitándose conmigo. ¡Es una chica de lo peor!


Y esa Pansy se disculpó conmigo… Puede que el día de mañana desde el cielo lluevan lanzas… [1]


— ¿Pero es verdad, cierto? Aun sabiendo cuál es tu verdadero deseo, aparento no saberlo, además te molesto, así que no importa como lo pienses, es mi culpa. —


En cuanto a mi deseo, se trata de algo bastante simple: “Ver su verdadera apariencia”


La “Pansy normal” siempre lleva trenzas simples, lentes horrendos y un pecho plano como una tabla, si juntamos esas tres cosas no es más que una chica de la era Showa, pero la verdad es que ella tiene otra apariencia, y apreciar esa apariencia es mi felicidad.


— Realmente soy de lo peor… A pesar de que solo hay una manera de alegrarte… —


Cuando Pansy se quita los lentes, se deshace las trenzas y desenvuelve el Sarashi de su pecho, no es demasiado decir que mis comentarios respecto a su apariencia dan un giro de 180 grados.


Ese cabello largo y sedoso, esos ojos brillantes y serenos, su increíble figura, además de esos pequeños y encantadores labios. Si lo digo honestamente, para mi es la mujer más hermosa sobre la faz de la tierra (claro, eso dejando de lado su personalidad).


… Aunque no se lo diría incluso si me cortasen la lengua.


Por cierto, hace una semana fui completamente engañado por esta hermosa mujer ya que prometí venir todos los días a la biblioteca. Así es como me he convertido en el rey de los tontos, pues desde entonces no la he vuelto a ver con aquella apariencia ni una sola vez a pesar de que he venido por las buenas cada día.


¡Ya quiero ser recompensado!


— A-ah… —


Y termine sentándome ante Pansy que sorprendentemente había dejado de utilizar su venenosa lengua viperina.


— Pero hay algo que quiero preguntarte. —


Aquellos ojos que se mostraban arrepentidos volvieron a revivir y me observaban fijamente… Y debido al cambio en su forma de hablar me puse en guardia debido al mal presentimiento.


— … ¿Qu-Qué ocurre? —


— Pensaba en la persona que tanto me gusta, pensaba en ti. —


Es posible que en este tipo de momentos sea buena observando a las personas, pero

aun así… Se da el lujo de decirme lo mucho que le gusto.


— Tú... ¿En qué pensabas? —


¡Oh! Por cierto, yo también me doy el lujo de odiarla, eso claro, dejando de lado su apariencia física. Porque, es decir… ¿Qué motivos habría para odiaría a una chica tan hermosa? Bueno, si se refiere por su personalidad…


— Si se trata de Joro-kun, no me importa que veas mi verdadera yo con esos ojos lascivos, como si un cerdo mirase su alimento, después de todo eso no cambiará. —


Y me escupió veneno como si fuera algo completamente normal.


Me pregunto… ¿Dónde existirá en este mundo una mujer que trate a la persona que le gusta como un cerdo?


Bueno, pues aquí se encuentra.


— Sabes, no me gustaría que otras personas me mirasen con esa apariencia, en la biblioteca alguien podría venir en cualquier momento, así que… ¿Qué opinas si me muestro en un lugar diferente? —


— ¿¡En dónde podría haber un lugar para eso!? —


¡Esperaba esa pregunta! Y cuando apenas lo dije, los ojos de Pansy brillaron.


— Veamos, un lugar en el que podamos estar solos y nadie pueda ir… Creo que se de buen lugar. —


— ¿¡Dónde!? —


— Tu habitación. ~ —


— ¿Hablas en serio…? Eres más pervertida de lo que creí— ¡Ah! ¡Eso duele! —


En un instante Pansy lanzo un libro con su mano izquierda que llevo a mi rostro bastante dolor y al comprobar con los ojos llenos de lágrimas cual había sido su arma, me encontré que se trataba de aquel libro titulado: “Fabulas de insectos”


— Te daré una fábula por tener ideas pervertidas, yo solo quiero ir a jugar, lo entenderías si lo usaras el sentido común, ¿cierto? —


Una fábula definitivamente no se trata de utilizar un libro de fabulas de insectos como arma, lo entenderías si lo usaras el sentido común, ¿verdad?


— Espero con ansias poder ir a tu habitación. —


Dijo mientras presionaba sus pechos con ambos brazos, mientras mantenía un tono de voz ambiguo como si no le importase mi dolor.


Permítanme enseñarles que hay cosas que no ocurrirán como desea.


— No vendrás, es un hecho. —


— ¿Eh? ¿Por qué? Incluso para demostrar mi atractivo en su esencia pura a tus padres como se debe, no usare las calcetas negras que suelo usar, para ello tengo preparadas unas de color blanco, así que no te preocupes, no he dejado pasar nada por alto. —


En realidad… Ya has pasado por alto muchas cosas.


— Lo diré de nuevo, no vendrás. —


— Ara, ¿entonces se debe a mi falda? Qué remedio, entonces la volveré un par de centímetros más corta… —


— Lo diré cuantas veces sea necesario, definitivamente no vendrás. —


— … Que cruel. —


¿Creíste que lo permitiría tan solo porque te muestras deprimida? Vamos, como si eso fuera a ocurrir. Es obvio que no saldrá nada bueno si Pansy logra entrar en mi habitación.


Poseo demasiados gustos y preferencias de los cuales no quiero que nadie se entere, pero seguramente Pansy armará un alboroto el día siguiente usando eso para burlarse, fastidiarme si no cedo… Ahh… Dejemos de pensar en eso.


De repente, me recorrió un escalofrió por todo el cuerpo.


— Vamos, está bien. —


— ¡Por supuesto que nada está bien! —


Pansy acerco su cuerpo cada vez más al mío.


¡No es como si fuera a ser engañado mientras me haces respirar tu aroma gentil y único!


— Si eres gentil conmigo podría aparecer un fabuloso premio para ti. —


Trató de seducirme mientras sostenía un libro de Ryūnosuke Akutagawa titulado: “El hilo de la araña” [2] Es decir, con esto me hace entender que dejará caer un pequeño hilo que me dirigirá directo al paraíso, pero…


— Al final… ¿Eso me conducirá directo hacia el infierno? —


— Puedes estar tranquilo, estaré esperándote ahí. ~ —


Me pregunto… ¿Dónde habrá un chico en este mundo el cual esté contento de saber que su habitación se convierta en un infierno?


— Ya veo, pero no será necesario que me esperes, así que regresa a casa tranquilamente. —


— … Por favor, tengo muchas ganas de ir a tu habitación. —


Pansy sostuvo la manga de mi camiseta y comenzó a tirar de ella… Realmente es demasiado molesta.


— Que molesta e insistente eres, ya ríndete. —


— … Entiendo. —


Pansy alejo su mano de mí mostrando estar aún más decaída que antes.


Vamos, no te deprimas con esa apariencia.


— Bueno, es una pena, me rendiré con tratar de ir al chiquero del cerdo. —


¡Bien! Mi victoria ya está decidida, pero si dice algo como eso-oinc.


No sé qué es lo que trama, pero, Pansy nunca me mentiría-oinc. Es una mujer con muchos misterios, pero por lo menos puedo confiar en su palabra-oinc.


— Dejémoslo así. Realmente me gusta tu apariencia física, pero, detesto demasiado tu interior. —


— Eso haré, pues a mí tu apariencia física no me gusta, pero, en cuanto a tu interior… Eso me encanta. —


¿En verdad le gusto? Son demasiadas cosas que me hacen ponerlo en duda, pero, dejémoslo de momento así, ya que me elogiaré ahora por lograr evitar que mi habitación fuera convertida en un inferno.


— Bien, entonces nos vemos. —


Después de todo lo ocurrido este día, no la volveré a ver con esa apariencia.


¡Mejor huyamos de una vez!


Mientras más tiempo permanezca aquí, las posibilidades de que mi habitación se convierta en un infierno se multiplicarán.


— Gracias por charlar hoy conmigo, ha sido divertido. —


Al ponerme de pie, Pansy me despidió con un tono de satisfacción y luego me dirigí hacia la puerta de la biblioteca. Pese a que no hubo nada más que palabras venenosas y malentendidos como para que estuviera satisfecha, por alguna razón no termina de convencerme esta situación.



❀ ❀ ❀



— Aah… —


Al salir de la biblioteca liberé un gran suspiro sin pensar, mientras me dirigía a mi clase. El motivo de mi suspiro no es por Pansy, pues realmente motivo se encuentra en el salón de clase.


Hasta el momento, me había mantenido fingiendo mi personalidad como un chico torpe intentando ser popular con todo el mundo, pero por desgracia, ese plan fue destrozado y ahora expongo mi verdadera forma de ser.


Lo terminé aceptando como la culpa con la cual cargar debido a que no tuve el suficiente valor para soportarlo, pero agregamos el haber engañado a las dos ídolos de la escuela e incluso siendo sospechoso de haberles faltado el respeto… Con eso terminé perdiendo mi posición en la escuela… Es dificil, pero incluso así, tampoco se trata de eso el motivo de mi suspiro.


Las sospechas ya habían sido aclaradas, pero no puedo decir que eso ocurrió tambien en otras clases, así como en otros años… Además, excluyendo a uno que otro, la mayoría mis compañeros de clase han aceptado esa reputación hacia mí.


— ¡Joro! ¿Tienes un momento? —


¿Lo ven? Apenas regreso al aula y una compañera me dirige la palabra. Si realmente me odiara, entonces no lo haría.


— ¿Qué sucede, Asunaro? —


La chica que me dirigió una brillante sonrisa es Hanetachi Hina, apodada Asunaro.


Si los dos kanji de su apellido y los combinas, para luego tomar el primero de su nombre, obtendrás el resultado de su apodo. [3]

Es bastante linda con esos encantadores ojos, su flequillo el cual cae por su frente y el cabello sujetado con una cola de caballo un poco más larga que la altura de sus hombros, sin duda ella es secretamente popular entre una parte de los chicos de la escuela.


— Verás. ¡Estoy haciendo encuestas para un artículo del periódico escolar, que estará siendo distribuido y tengo unas preguntas para ti! Así que, en cuanto a eso, ¿Qué tan confiando estas con tus exámenes? —


Asunaro pertenece al club de periodismo, por lo que hay ocasiones en las que reúne información mediante formatos y encuestas.


Inclinando la cabeza y apuntándome con su pluma roja como si se tratara de un micrófono, lanzó la pregunta.


Es linda cuando hace ese gesto.


Por cierto, también tiene una parte que es inusualmente divertida.


— Obviamente planeo ser el mejor de la escuela. —


— ¿¡Eh!? ¿¡Joro será el número uno de la escuela!? —


Al responder su pregunta, Asunaro mostró una expresión de sorpresa hablando en dialecto Tsugaru [4], pues ella viene de la prefectura de Aomori y estudió hasta la secundaria en ese lugar, pero parece que su escuela estaba cerca de un parque donde había monos y ciervos, por lo que, para evitar hablar con su dialecto, suele hablar de manera formal.


— Solo bromeaba. —


— ¡Demo—, no bromees por favor! ¿Entonces? ¿Cómo te sientes en realidad? —


Rapidamente giró la cabeza a otro lado mientras su rostro se tornaba rojizo y para tratar de disimular la vergüenza por haber usado su dialecto de Tsugaru, volvió a preguntar de nuevo.

Si continúo burlándome de ella se enojará, así que será mejor responder seriamente.


— Estoy seguro de que no tomaré clases de recuperación. —


— Ya veo, entonces al parecer solo hay una persona de tu clase que no tiene confianza, ¿eh? —


Comenzó a mover su pluma roja mostrándose satisfecha, pues al parecer soy el último objetivo de sus encuestas.


— ¿Eh? ¿Solo una persona? —


— ¡Oh! Tienes idea de quien se puede tratar, ¿verdad? —


— Bueno… Se trata de ella, ¿cierto? —


Al desviar la mirada mientras le respondía, Asunaro dirigió la vista hacia donde me encontraba observando, y ahí estaba una estudiante con lágrimas en los ojos tomando apuntes.


— Mhmm… ¡¡No lo entiendo!! —


Aquella que tenía problemas mientras colocaba sus manos sobre su cabeza era mi amiga de la infancia Himawari, Hinata Aoi.


Como siempre hace lindas caras, pero su expresión se iba entristeciendo rapidamente.


— ¡Oh! ¡Has acertado! ¡La única que respondió no tener confianza fue Himawari! —


— Gracias por decirlo. —


No es un secreto que Himawari sea mala con los estudios, después de todo, si alguien había respondido que no tiene confianza, no podría tratarse de otra persona más que de ella.


Me sentí un poco triste ya que observaba desde mi posición, desde lejos, como si se tratara de una completa extraña.


— Ah… Vaya problema… Si esto continúa así… Tendré que tomar clases de recuperación… ¿Qué hago…? —


Naturalmente le habría ayudado a estudiar al igual que lo he hecho desde la secundaria, realmente pensaba en ayudarla con sus estudios, pero, ocurrió aquel incidente y ahora no somos lo sufrientemente cercanos como para poder hacer incluso eso.


En cualquier caso, si ella me pide ayuda, ni siquiera tendría que pensarlo, sin embargo…


— Tal vez, sea mejor pedir que alguien me ayude… —


En el instante que pensaba eso, Himawari volteo a ver alrededor de la clase y su mirada se congelo en cuanto se encontró con la mía, por lo que se mantuvo observándome con una mirada débil.


Eso… Podría ser… ¿Se trata de eso?


Entonces…


— ¡Oye, Himaw—! —


— ¡Si lo deseas, te puedo ayudar a estudiar! —


¡Oye! Asunaro se me adelanto en decírselo!


— ¿Eh?… Asunaro-chan… ¿Hablas en serio? —


¡Si hubiese tenido la determinación para hablarle más rápido, Himawari me lo hubiera confiado a mí!


— No podría abandonarte si me miras de esa manera, así que dime, ¿cuál es la parte que no está clara? —


— Aah… Eeh… ¡Gracias! No entiendo este y tampoco este otro… —


— Comprendo. ¡Entonces te explicare! Aquí debes de… —


Demonios, será difícil entrometerme, será mejor rendirse.


Realmente no hace falta que sea yo quien le ayude a estudiar…


— Ah, no puede ser, Himawari, ¡espera aquí un momento! —


— ¿Eh…? Uhm… De acuerdo. —


Mientras las miraba a ambas, Asunaro regreso a mi lado como si se hubiese olvidado de algo, acerco su rostro a mi oído y a mi nariz llegó el aroma de su champú de manzanas, me emocione momentáneamente.


— Oye Joro, la única persona que me respondió que no tenía confianza fue Himawari pero, parece que también hay otra persona que no tiene confianza a pesar de que me dijo con orgullo tenerla ¿Qué opinas si le enseñas a esa persona? Creo que eso sería lo mejor. —


— ¿Ah? —


— Bien, entonces me retiro, ¡Himawari, gracias por esperar! —


Al final haciendo un lindo gesto me guiño el ojo y Asunaro regreso con Himawari.


Ya veo, todavía hay una persona que no tiene confianza…


— Demonios… ¡Esto es tan difícil como tener las bases llenas sin un solo Out! —


Escuche una voz que provenía desde otro sitio, como si se sincronizara con lo que estaba pensando. Entonces voltee a aquella dirección en respuesta la voz y ahí se encontraba una persona estudiando en su escritorio. De acuerdo, la otra persona que en realidad no tiene confianza se trataba justamente de él. La persona que odia perder y respondió con “tener confianza”, se encontraba librando una dura batalla.


A él también le había ayudado a estudiar desde la secundaria.


¡Bien, es una oportunidad que me odio Asunaro! ¡Esta ocasión sí que lo hare!


— ¡Oye! ¡Sun—! —


— Sun-chan, si te parece muy difícil el examen yo puedo ayudarte, ¡así que esforcémonos! —


¡Maldita sea! ¡Maldito personaje secundario! Demonios, ¡no le hables antes que yo!


¡Has hecho que pierda mi oportunidad! ¡No tengo la fuerza para meterme entre él y el personaje secundario!


— ¿¡Eh!? ¿¡Que estás diciendo!? ¡No sería de hombres si no pudiera con un simple examen! —


Quien rechazó el apoyo de su compañero de clases que con una apasionada sonrisa le ofreció su ayuda fue Sun-chan, Ooga Taiyou, el as del club de béisbol. Un hombre de sangre caliente con perfil deportivo que le va genial. Siempre nos hemos llevado bien desde la secundaria, es mi… “Ex mejor amigo.”


Bueno, creo que lo entendieron solo con haber agregado ese “ex”, pero mi relación con Sun-chan ahora es inusualmente… Mala.


Todo en consecuencia al resultado de ese gran incidente que ocurrió durante las últimas semanas de abril. No… Seguramente, aunque no hubiera pasado eso eventualmente nuestra amistad se habría arruinado, eso debido a que Sun-chan ya sentía rencor desde antes contra mí.


Todo comenzó cuando estábamos en la secundaria, el chico que le gustaba a la chica que quería Sun-chan, era yo, y parece que sin importarle aquella realidad a Sun-chan, trato de conquistarla desesperadamente.


La realidad fue contundente.


Sus sentimientos fueron aceptados y como resultado Sun-chan me guardo rencor, observando y esperando en secreto el momento para poder hacerme caer.


Y ese momento llego en abril de este mismo año, donde me llevó a una trampa y termine cayendo por completo, además de exponer que a la luz fingía ser aquel chico torpe, como resultado termine en la casta más baja de la escuela. Y esta fue el pequeño resumen de cómo fue que nuestra apreciada relación de amistad se consumió hasta las cenizas.


Sin embargo, quien me salvo de ese abismo sin fondo también fue Sun-chan.


Al final de todo, Sun-chan contó frente a toda la clase lo que había hecho, aclarando todas las sospechas hacia mí respecto a lo que se hablaba mientras decía: “Lamento haberles engañado”, e incluso haciendo una gran reverencia.


Desafortunadamente solo se disculpó con los miembros de nuestra clase, pero no conmigo.


En cualquier caso, Sun-chan solo estaba lidiando con su envidia y frustración, pero no es como si hubiéramos regresado a ser amigos. Al final, esa honesta disculpa tuvo su resultado y Sun-chan no perdió su posición dentro de la escuela.


Nuestros compañeros de la clase decidieron perdonarlo y entonces volvió a llevarse bien con todos, con eso el asunto quedo solucionado, pero aun así dejo grandes estragos.


Ahí se encuentra el motivo de mis largos y frecuentes suspiros.


Desde entonces, mi relación con Sun-chan, y por supuesto, con todos los involucrados es de lo peor, incluso y una de ellas es Himawari.


No importa que asistamos a las mismas clases, nos evitamos conscientemente, optando por no entablar una sola conversación. Es por ello que me siento bastante incomodo cuando me encuentro en el salón de clases, y al mismo tiempo que suena la campana para la hora del descanso, siempre me dirijo a la biblioteca como si estuviera huyendo.


De hecho, si no fuera por la promesa que le hice a Pansy, me dirigiría a cualquier lugar.


— ¡Gracias Asunaro-chan!, ¡Lo he entendido muy bien! —


— ¡Bien! ¡La pelea apenas ha iniciado! —


Ah… Y eso que pensaba que había llegado el día de por fin con ellos…



❀ ❀ ❀



Levanté mi maleta una vez que las clases terminaron y me dirigí a casa.


Normalmente iría a la biblioteca después de clases para cumplir con la promesa que le hice a Pansy, pero este día no fue así, eso es porque recibí un mensaje de Pansy diciendo: “Tengo algo que hacer después de clases”


Pansy siempre se encuentra en la biblioteca durante la hora del receso, pero al parecer no es así después de clases. No importa cuanto lo piense, simplemente no logro imaginar qué clase de cosas tendría que hacer, pero de cualquier manera eso es algo que no se relaciona conmigo.


— Estoy en casa. —


No hubo respuesta cuando saludé tras abrir la puerta de la entrada.


¿Eh? ¿Mamá habrá salido? Pensé que estaría sentada en el sofá viendo el DVD de su idol favorito en la sala, pero… Ahora que lo pienso, últimamente había mencionado que ha estado hablando mucho con su nueva amiga, así que es posible que haya acudido a ver a esa persona.


Bueno, iré a mi cuarto de una buena vez.


Al entrar en mi habitación arrojé mi maleta, y aun vistiendo el uniforme me tumbé en la cama.


— ¡Aaah! Cielos… ¿¡Qué debería hacer!? —


Grité miserablemente hundiendo mi rostro en la almohada mientras pataleaba. ¿El motivo por el que grito?, por supuesto no es Pansy.


Es por aquellas personas de la escuela con las que me siento terrible.


No importa la cantidad de excusas que busque, el corazón siempre es sincero y al final quiero volver a llevarme bien con ellos. Bueno, cabe la posibilidad de que actualmente me odien e incluso no deseen verme nuevamente a la cara, pero aun si fuera de esa manera, fue él quien me salvo, por eso quiero agradecerle…


Quiero decir, ¡deseo que arreglemos las cosas, mierda!


En cuanto Sun-chan, si hago pienso en ello, hemos estado juntos desde hace 4 años, es decir, desde la secundaria. Quiero volver a llevarme bien con él, pues siempre ha sido mi valioso mejor amigo, siempre ha sido demasiado obvio, pero ya que no he tenido un momento adecuado y aunado a otras cosas… No… Suficiente de excusas.


La verdadera razón por la que he estado haciendo todo a medias, simplemente es por miedo, incluso mi miedo ha estado presente hoy, pues si bien pude haberme incluido en la conversación incluso se notara forzado, no lo hice porque soy un cobarde.


Me detuve porque creí que se molestarían si les dirigía la palabra, y es así como han pasado los días sin poder dirigirles una sola palabra.


— Aaah… ¿Cómo decirlo…? Soy tan patético. —


Si al menos tuviera una forma, entonces incluso yo…


— ¡Amatsuyu! ¡He vuelto! —


Y entonces escuche la voz de mamá proviniendo desde la parte baja. Al parecer ya había regresado.


— Aah, ¡bienvenida a casa! —


Entonces tengo que ir a la puerta. ¿Porque? Porque la regla en la casa Kisaragi dice:


“Cuando alguien regresa, las personas que se encuentran dentro deberán ir a recibirlo.”


Nunca hemos faltado a esa regla que impuso papá para reforzar los lazos familiares.


— ¡Oh! Hoy has regresado rápido, pero en un buen momento.


Había una mujer idéntica a la madre de Maruko-chan [5] Kisaragi Keiki, la mujer que usa el maquillaje sobresaliente, es mi madre. Eternamente de apariencia joven, de manera simple y calculando un poco uno podría deducir que me dio a luz a temprana edad, lo que quiere decir que se trata también de una persona muy fuerte.


— Sí, es una casualidad que el día de hoy… ¿Eh? ¿En buen momento? —


— Vamos, no tienes que avergonzarte. Adelante, entra, ¡veamos juntas el DVD! —


¿Ah? ¿Mamá trajo consigo una amiga? Entonces solo saludare y despues regresare a mi habi—…


— De acuerdo… En ese caso… Con permiso. —


… ¿—tación?


¿¡PERO QUÉÉÉ!?


La persona que entro con nerviosismo a la casa y tímidamente era una mujer que portaba trenzas y lentes a los que ya me había acostumbrado a ver…


— Acaso se trata… —


Tallé mis ojos para poder confirmarlo, pero… Si se trataba de ella...


¡Ah! ¡Ya veo! ¡Solo se trata de una ilusión óptica! ¡Es eso, justo eso! No puede ser ella, solo me encuentro fatigado mentalmente, ¿verdad? Sera mejor que hoy nos vayamos a dormir temprano.


— Vamos Sumireko-chan, no es necesario ser tan tímida. ¡Oh! Amatsuyu, seguramente ya la conoces, ella es Sumirelo-chan también asiste a la misma escuela que tú, parece que es llamada Pansy-san ¿verdad? —


Vaya… Parece que estoy tan cansado que también tengo ilusiones auditivas, quien diría que escucharía la voz de mamá como una ilusión. No estoy obsesionado con mi madre, pero es posible que esté pidiendo ayuda de la familia desde el fondo de mi ser.

Veamos, ¡mejor regresemos a mi habitación y encendamos el aire acondicionado!


— ¡Amatsuyu! ¿¡Por qué te diriges a tu habitación!? ¡Regresa aquí y saluda como se debe! —


Ilusión-san, por favor, no interpretes a mi madre con ese movimiento de mano.


— Hola, Joro-kun. —


Ahora la ilusión de trenzas y lentes me saludó mientras sonreía apenada e inclinaba ligeramente la cabeza. Al quitarse el calzado, pude observar que utilizaba unas calcetas blancas.


Definitivamente se trataba de Pansy mostrando su esencia pura.


— Cielos Amatsuyu, has hecho que Sumireko-chan saludara primero, ¡apresúrate y saluda! —


— Esp— ¡Espera! —


Mientras me mantenía atónito a mitad de las escaleras, mi madre me tomo del brazo y tiró del mismo.


¿Quién diría que incluso que las ilusiones pueden sentirse? Seguro que me estoy volviendo loco… No, espera, dejemos de evadir la realidad. Aunque es una realidad completamente lamentable y desagradable.


— … Hola Pansy. —


Este día, mi casa se ha transformado en un completo infierno.


— He venido. ~ —


Dijo burlándose mientras me trataba con superioridad y me sacaba la lengua.


¡Oye! ¿Piensas que te ves linda tratándome de esa manera?


— Mamá… ¿Cómo es que conoces a Pansy? —


— ¿Eh? ¿Acaso no te lo había mencionado? Solemos jugar demasiado juntas, pues nos reunimos cada tercer día. —


Oye, oye… Aquello de: “Las cosas que debía hacer de vez en cuando” según Pansy…


¿¡Se trataba de eso!?


— Correcto. —


Muchas gracias por tu acostumbrado poder de Esper… ¡Vete a casa en este instante por favor!


— Esto es malo, es de mala educación quedarse hablando en la entrada. Vamos a la sala, ¿de acuerdo? Amatsuyu, ayúdame a preparar las cosas para recibir adecuadamente a Sumireko-chan. —


¡Espera mamá! No tenía planeado recibir aquí a la reina del infierno, mejor enviémosla de regreso en este momento. ¡Sí! ¡Hagámoslo!


— N-no… Yo… —


— ¿¡Que tanto balbuceas!? ¡Ven rápido! —


— … De acuerdo… —


¿Así que este es el aclamado poder de mi madre?


…. Patético, pero en cualquier caso no puedo llevarle la contraria… Ah… Vayamos entonces… Pero, antes de eso, no puedo quedarme tan solo sin resentimientos sin antes enfrentar la reina del infierno que está detrás mío.


— ¿¡No habías dicho que te rendirías en acudir a mi casa? —


— Te equivocas. Dije que no iría a tu habitación, pero jamás mencioné no asistir a tu casa. —


— ¡Basta de bromas…! ¡Tú y tu lógica siempre tan retorcí—! —


— ¡Amatsuyu, ven aquí de una buena vez! —


¡¡Paaansyyy!!!


— Sumireko-chan, toma asiento donde gustes, ¡Amatsuyu, tú ayúdame con esto! —


Bueno, mientras le ayudo, al menos podre poner un poco de distancia durante un momento con Pansy.


— También ayudaré Kisaragi Keiki-san, he horneado hoy algunas magdalenas. —


¿Acaso no conoce el concepto de ahorrarse las molestias?


. — ¡Oh! Sumireko-chan, gracias. Además, no es necesario que seas tan formal como si te dirigieras a un extraño solo por venir a nuestra casa. Puedes llamarme Laurier, como de costumbre. —


— De acuerdo, Laurier-san. —


Aguarda… Esperen un momento, pero lamento molestar cuando conversan de manera tan amistosa, pero, permítanme preguntarles algo.


— Eh… Mamá…. ¿Quién es Laurier? —


— ¿¡Aah!? Ahora que lo preguntas, si quitas el kanji inicial de mi nombre termina siendo Laurier [6] , ¿no es así? —


Mamá… La manera de crear un apodo a partir de tu nombre completo que tiene significados de árboles y flores, para de esa manera hacer tu sobrenombre… No querrás decir que… ¿Quieres volverte una heroína?


— Laurier, al pronunciarlo se escucha tan dulce como si se tratase de un pastel. —


¡Incluso tenía una frase ya preparada! Esta señora va completamente en serio.


— Jejeje, espero con ansias probar las magdalenas de Sumireko-chan, ¿¡Qué fortuna para ti también verdad Amatsuyu!? La última vez que comimos magdalenas has dicho: “Me encantaría casarme con una mujer que pueda hornear algo tan delicioso como esto”, y lo comiste con gusto. —


¡Qué horrooor! ¿¡Qué demonios fue lo que dije!?


— Ara, eso me haría muy feliz. —


¡Hey! Borra esa sonrisa llena felicidad en este instante, yo también lo borrare mi pasado.


— Amatsuyu, ¿qué haces subiendo ese plato a tu brazo? —


— ¿Eh? ¡Ah! Solo intento viajar por el tiempo como Akemi [6] —


— ¿No soy la más calificada en la apariencia externa? —


¡Silencio! ¡Súper deterioro de Homura-tan! ¡Tú estás en la posición de Kyubey! ¡Jamás haría un pacto contigo! Un momento… Pacté contigo con acudir a la biblioteca todos los días…


¡Espera! ¡Este no es momento para evadir la realidad!


— Eh… Mamá. —


De ser posible, no me gustaría decir la siguiente frase, pero no me queda otra opción más que mencionarlo para evitar que se filtre más información de mi madre, aunque me temo que ya puede ser ya demasiado tarde…


— ¿Qué ocurre, Amatsuyu? —


— Uhm… Se trata de Pansy… ¿Podría llevarla a mi habitación un momento? —


— … ¡Qué vergüenza! —


— ¿Eh? Pero recién comenzaríamos a ver un DVD juntas, nee. ~ —


Madre, en verdad no deberías hacer esos movimientos de doncella, nee. ~


— No me digas que… ¿¡Deseas estar a solas con Sumireko-chan!? ¿¡O es posible ambos ya estén saliendo? ¡Kya, doki doki Laurier! ~ —


Llamándote a ti misma por tu nombre… Saber que quien actúa de esa manera es mi propia madre, hace que la fuerza de mi desesperación suba a 530,000.


— ¡No! ¡Te equivocas! ¡No estoy saliendo con ella! —


— En realidad, solo hicimos una promesa a futuro. —


— ¡Ah! Con que se trata de eso. —


— ¡¿Eh?! ¿¡De qué promesa hablas!? —


— ¿Lo olvidaste? Prometiste cada mañana encontrarnos en la biblioteca. —


— ¡Ese futuro es demasiado cercano! —


Esto es malo, entre más tiempo permanezcamos en la cocina, más grave será este asunto.


Debo de hacer algo para llevar a Pansy a… Mejor dicho, ¡tengo que alejarla de mi madre!


— Es cierto, si Sumireko-chan se lleva mejor con Amatsuyu como ahora, hay posibilidad de que en el futuro se vuelva parte de nuestra familia… —


¡Por supuesto que no! Pero en esta situación tendré que recurrir a cualquier cosa.


— ¿Verdad? Por eso, ahora mostraré a Pansy mi habitación, está bien, ¿verdad? —


“Si atraviesas el hueso, habrás atravesado la carne.” No creí que llegaría el día en que tuviera que hacer algo así para escapar de esta situación.


¡Aah! Mamá, estas sonriendo demasiado. ¡Definitivamente lo estás malinterpretando!


— Qué remedio, mamá deberá ceder por hoy. —


Gracias, mamá.


Una lagrima se derramó desde fondo de mi corazón gracias a aquel guiño como el de una jovencita.


— Sumireko-chan lo siento, pero, ¿Podrías acompañar por hoy a Amatsuyu? —


— Entendido, entonces… Dejemos el DVD para otro día. —


¡Oye! No elabores otra excusa de la nada para volver a mi casa.


— Joro-kun, eres un chico sin remedio, es especial que te deje guiarme hasta tu habitación. ~ —


Pansy… ¿Quién demonios se cree que es?


— Entonces vámonos de una vez Pansy. —


— Si no lo haces mientras me sostienes de la mano, entonces no permitiré que me guíes. —


— Oye, no te emociones. —


❀ ❀ ❀



Mi casa siempre había sido tan tranquila, pero han pasado alrededor de 15 minutos para que se convirtiese en un infierno…


Llevé a Pansy hasta mi habitación lleno de fastidio proveniente del fondo de mi corazón…


Me pregunto… ¿Por qué las cosas tuvieron que ser así?


— Con permiso. —


Dijo mientras colocaba sus pies en la habitación, donde observaba con gran interés cada rincón, definitivamente actúa con rapidez, y en ese momento cerré la puerta cuidadosamente, intentando no hacer ningún sonido.


¡No mal interpreten, no es para hacer algo pervertido!


— Desgraciada… Que hayas utilizado a mi mamá… —


Me queje mientras ella tomaba asiento en mi cama. Es un castigo para la acosadora por utilizar los sentimientos de una mujer ya casada.


— En realidad, todo fue un malentendido, fue Laurier quien me invito, así que vine a divertirme. —


— Como si fuese a creerlo, tú siempre dices lo que te conviene. —


— No importa como lo diga, ¿no es así? En ese caso no hay opción, te mostraré el mensaje que recibí hoy de Laurier después del mediodía. —


Con un tono de voz mostrando su fastidio, Pansy tomó su celular que se encontraba dentro de su maleta y me lo entregó. Esta era la primera ocasión en la que podía ver un protector de celular con forma de tatami, pero, en fin, eso no importa.


¿Mencionó algo sobre un mensaje?


— “Sumireko-nya, ¿te gustaría acudir a casa de Lauri-nye hoy para divertirte? —


¡Nyo puede ser! ¡Nyo, nyo, nyo, nyo, nyo, nyo!


— En la hora del receso ya lo había recibido. —


No podía entender esa expresión-nya.


— Entonces ¿cómo fue que te volviste amiga de mamá? —


— Un día me hablo después de salir del colegio, cuando acudí a una librería para comprar un libro. La escuché decir: “¡Ah! Pero si se trata si se trata del lindo Akada-kun”. El libro que leía contenía de fotografías del idol favorito de Laurier. Hace poco lo viste ¿no es así? —


— ¿No es aquel libro donde el protagonista es un marinero en época de guerra? Me parece el titulo era… —


— Joro del infinito. —


En verdad que en este mundo parece existir un mecanismo publicitario con un bucle sin fin en cuanto a ese nombre.


— Después de eso, solíamos vernos ocasionalmente, hablábamos bastante sobre otras novelas, pero no pensé que se trataba de tu mamá. Eso se puede considerar como un verdadero milagro. —


Ese llamado “milagro” ha nacido entre una persona a quien le gustan los libros y otra a quien le gustan los idols, todo me ha conducido a un cruel destino.


— ¿Ahora me crees? —


— … Sí, puedo darme cuenta de que no fue algo intencional. —


— Entonces está bien. Y bueno creo que ya es momento… Aquí voy... —


Una vez que la conversación se tornó tranquila, Pansy se agacho para dar un vistazo por debajo de la cama.


— ¡Oye! ¿¡Qué diablos estás haciendo!? —


— Pensaba un poco en buscar algunos cuantos tesoros. —


— ¡Detente ahora mismo! —


Al parecer… La reina del infierno está intentando encontrar mi colección, ¡pero no puedo permitir que lo haga! Pero no importa, porque mi colección no está ahí, en realidad se encuentra en… ¡No…! Recuerda que ella es tiene poderes de un Esper, existe la posibilidad de que lea lo que estoy pensando, entonces simplemente dejemos de pensar.


— No está aquí, ¿verdad? Entones, ¿se encuentra en el librero? Tal vez ocultándolos con la portada de algún libro… —


Que lastima, también te equivocas. De cualquier manera, no hay motivos para dejarte ir para comprobarlo.


Así que sujete del brazo a Pansy antes de que se dirigiera al librero.


— Oye, no continúes andando por todos lados sin motivo. —


— Si en este momento no me sueltas, te puedes arrepentir. —


— No me jodas, solo es a tu conveniencia. —


— En realidad, lo digo pensando en ti, así que date prisa, perderás tu oportunidad.


— No hables cosas sin sentido. —


— No, Joro-kun… En verdad, suéltame… Lo digo en serio… Este es el límite… —


— ¡Guarda silencio y haz lo que te digo! —


— Amatsuyu, Sumireko-chan, les he traido algunas Magdalenas y también un poco de té ro—... —


¡Limit Break! ¡La he soltado como me lo había pedido!


— ¿Eh? ¿Ara? Ara, ara, ara, ara, ara. —


Esto… Realmente está sucediendo, ¿cierto? Está malinterpretando la situación mientras piensa que su hijo busca hacer cosas pervertidas con la chica que dice odiar…


¿¡Cómo es que llegamos a esto!?


— Eh… Ah… ¿Mamá los ha interrumpido? —


— No importa, en realidad no hacíamos nada. —


— Mamá ¿podrías tocar la puerta la próxima vez que entres a m i habitación? —


— ¡Cla-claro! Entonces solo les dejare las magdalenas y el té rojo por aquí. —


Mamá entro cuidadosamente a la habitación, dejando las magdalenas y el té sobre la mesa, al terminar miró rápidamente a Pansy y dijo:


— Sumireko-chan, los DVD’s y revistas secretas de Amatsuyu se encuentran en el segundo cajón de su escritorio, si utilizas la punta de una pluma y lo levantas por abajo podrás encontrarlos. —


— ¡¡Suficiente mamá!! ¡Sal de aquí en este instante! —


— Que rudo Amatsuyu. Entonces Sumireko-chan, cuento contigo. —


— Sí, gracias Laurier. —


Se despidió de nosotros moviendo la mano y cerró la puerta.


Con todo lo sucedido me pregunto… ¿No se supone que esencialmente la existencia de una madre es para mantener seguros a sus hijos y salvarlos?


— De acuerdo, entonces… —


Pero no tengo el tiempo como para hablar tan tranquilamente, pues justo frente a mi, Pansy sostenía una pluma que saco de la nada.


— Pansy, espera un momento. —


— ¿Qué ocurre? —


Haciendo una expresión divertida se dio la vuelta.


¿¡Por qué siempre que tiene esa expresión tan vivida me hace pasar por terribles momentos!?


— Toma asiento justo aquí. —


— Entendido. —


Dando ligeros golpes a un costado de mi sobre la cama para que se sentara, no sé qué clase de pensamiento malentendido estará teniendo, que hizo sonar sus pisadas accediendo a mis palabras.


— Fue divertido, me he cansado un poco. —


Pansy colocó su cabeza sobre mi hombro en una forma muy natural, por lo que escape rápidamente de la cama.


— No te muevas. Si decides hacer algún movimiento innecesario no tenderé piedad contigo. —


Mientras me mantenía de pie, bajé la mirada y observé a Pansy que seguía sentada en la cama. Si decido hacer un movimiento innecesario y… No, espera.


En caso de que en este momento hiciera algo que la pudiese lastimar… ¿Podría salir él? El único amigo en la escuela de la solitaria Pansy… ¡El escarabajo ciervo!


— ¡Stinger! ¿¡Esta dentro de tu maleta!? —


— Ingirió un poco de la sabia de un roble Kunugi. [8] —


¡Me he salvado! Parece que un roble con alto grado de alcohol me ha salvado, así que pequeño Stinger, sé bueno visita el árbol durante un tiempo.


— Sabes Joro-kun, hoy me he arreglado, ¿te has dado cuenta? —


Pansy movía sus piernas alegremente con la intención de hacer notar su atractivo.


En realidad, me da igual.


— Llevas puestas calcetas blancas. —


— Has acertado, pero no es solo eso. —


— Tu falda es dos centímetros más corta. —


— ¡Ah! Te equivocas. Como de costumbre, tus ojos no son más que un par de huevos podridos. En realidad, la corte 2.5 centímetros. —


— ¡Entonces solo hazlo claro para que incluso con mis ojos como huevos podridos pueda notarlo! 18 centímetros o 17.5 centímetros no son claros como para notar alguna diferencia. —


— ¿Tratas de decir que debo arreglarme aún más? —


— ¡Justo eso estoy diciendo! Deberías ya quitarte esos horribles lentes, las trenzas y el Sarashi. —


— … Entonces… Quieres verme con esa apariencia. —


¿Por qué habla ahora como si estuviera triste? Realmente es demasiado incomprensible.


— ¡Así es! He cumplido mi promesa con ir todos los días a la biblioteca. —


Si lo digo con honestidad, he acumulado tanta frustración que incluso he pensado que no tiene sentido alguno ir a la biblioteca, No importa cuanto lo deseara, todo el tiempo se encontraba ahí la chica plana con trenzas y lentes.


Además, todos los días me escupía veneno en la cara.


— Tengo mis motivos. —


¿Qué le pasa? Su tono de voz se ha vuelto fuerte a diferencia de lo habitual.


— ¿Motivos? —


— Hay un demonio que me acecha y para esconderme de él, decidí esconderme del mundo con adoptando esta apariencia. Si tan solo hubiese alguien que me protegiera… —


Espera… Esto ya se volvió extraño. Recién llegamos al segundo volumen, es demasiado pronto para aventurarse en un Isekai y pelear contra un demonio. Además, el encargado de la edición tampoco ha mencionado nada al respecto.


— No digas cosas sin sentido. —


— Creo que Joro-kun debería esforzarse para comprenderme. —


— Dejemos ese esfuerzo para después, luego de entregarme la recompensa que me prometiste, ¿recuerdas? Has dicho que en mi habitación podrías mostrarme. —


— De acuerdo. —


— Lo sabía. Después de todo manejas la situación a tu conveniencia y al final no me mostrarás… Cielos, es por eso que… ¿¡Eh!? ¿Qué has dicho? —


— Dije que está bien, quieres verme con esa apariencia, ¿no es así? —


¿Eh? ¿De verdad lo hará? ¡Espera! ¡Mantengamos la calma! Pansy nunca miente, pero, ha habido momentos en donde da demasiadas vueltas a sus palabras.


— Esa apariencia… ¿No estaría equivocado si pienso que te refieres la chica sin lentes o trenzas, ¿verdad? —


— Sí, así es. Cumplo mis promesas como es debido, por eso… ¿Podrías voltearte y alejarte un poco? Es muy vergonzoso tratar de cambiarme mientras me estás observando. —


— Ah… AHH… —


Me di la vuelta y apresuradamente me dirigí a la esquina mi habitación completamente emocionado, entonces, escuché el sonido de su ropa moviéndose.

¡Oooh! ¡En verdad está cambiándose!


Ha pasado tanto tiempo desde… No, espera.


Tranquilízate, recuerda lo que lo acaba ocurrir hace un momento cuando sujetaba el brazo de Pansy. Llegó aquella “heroína” sin previo aviso y ahora me encuentro de pie frente a la puerta que está en un rincón de mi cuarto. Eso quiere decir que mamá podría abrirá la puerta y saldré volando para terminar cayendo sobre Pansy.


¡Se trata de esos patrones donde siempre me malinterpretan!


Si presto atención, podré escuchar las pisadas anunciando el peligro, ¡de eso no hay no duda! Pero en el momento en que me dé cuenta ya estaré completamente a salvo.


¿Por qué se preguntan? Porque en mi habitación se encuentra mi dios guardián privado por cual nombre: “Llave-sama”


— ¡Cerrado! —


Con esto estaremos a salvo.


— ¿Amatsuyu…? ¿Tienes ropa que lavar-nya? —


¡Entonces, aquellas palabras llegaron desde el balcón que se encuentra en la habitación al otro costado-nya! ¡¡La ventana se encuentra abier-nya!!


Giré rápidamente en un instante. ¡Tengo que evitarlo antes de que haya otro malentendido!


— ¡Mamá Espera! Déjame explicarte prime— ¿¡Nyaooh!? —


— ¿Por qué te has…? Creí haberte dicho que te voltearas. —


¡Ah! Es verdad. ¡Pansy se está cambiando! Si me volteo, sería evidente que estaría cambiándose, pero… ¿Puedo hacer un comentario?


¿Por qué decidiste quitarte el Sarashi y dejarte los lentes y las trenzas mientras te cubres la parte superior del cuerpo con el mismo uniforme? No importa que tan grande sea tu pecho, si aún conservas esos feos lentes y tus horribles trenzas, no surtirá efecto y por el contrario sería muy negativo.


— Amatsuyu… ¿¡Qué obligas a hacer a Sumireko-chan!? —


No es posible… No era momento para quedarme atónito frente a esta chica de lentes, trenzas y enormes pechos. ¡Mamá esta frente a mí con su técnica suprema!


— ¡T-Te equivocas! Yo-yo no le he hecho nada… —


— Joro-kun… ¿Quieres hacerte pasar por un pervertido con suerte? —


No me desagradaría al menos dijeras: “Pervertido sin suerte”. Sé que es bastante repetitivo, pero, ¡tiene lentes y trenzas! Estoy de acuerdo con que cubra las partes importantes de su cuerpo con el uniforme, pero… ¿Podrías al menos no mirarme de manera?


Parece que otra vez no pude conseguirlo… Además, esto es malo. La situación se ha salido de las manos.





— ¡¡Amatsuyu!! ¡Te dije que eso solo después de cumplir 18 años! —


— De esto se trata el castigo para Joro-kun, por no cumplir su promesa. —


— ¡Lo siento, lo siento! ¡Ha sido mi culpa! ¡En verdad lo lamento! Así que… —


Mi arrepentimiento no fue escuchado y la señora casada que se situaba frente a mi levantó su mano izquierda, mientras que la chica poco linda de pechos grandes sostenía un libro con su mano izquierda, y entonces…


— Esto será doloro— ¡¡ - !! —


Mi madre me abofeteó en la mejilla derecha, mientras que en la izquierda fui golpeado con una fábula de insectos.


Fue una experiencia poco inusual e insólita.


Escribamos esto en el quinto párrafo del versículo 39 del evangelio: “El camino Joro el evangelista.


Pensaba en eso mientras caía al suelo. Sin embargo, mi madre me sujetó por cuello de la camisa.


— Sumireko-chan, vístete inmediatamente. ¡Amatsuyu, tú vendrás conmigo! —


Y de esa manera, fui arrastrado fuera de mi habitación… Un momento… ¡Espera mamá!


Si dejas a Pansy a solas en mi habitación… ¡Ah! ¡Ah! ¡AH! ¡Está sosteniendo nuevamente la pluma!


¡Espera! ¡¡¡Detente!!!


— ¡Suéltame mamá! Si esto continúa así, entonces mi habitación… —


— ¡No! ¡Noo! ¡NOOO! —



❀ ❀ ❀




Después de una hora llena de sermones provenientes de mi madre, toda la situación termino sin mayores problemas. Y aunque me gustaría decir que con eso terminó toda esta cadena de acontecimientos, la realidad es que sería mentira, pues en realidad solo empeoró…


Mientras mi madre me reprendía, Pansy seguramente ya habría descubierto en mi habitación todo sobre mis gustos, mis oscuros fetiches, mis preferencias… Absolutamente todo.


Y como si no fuese suficiente, mi madre dijo de manera innecesaria: “Ya es hora de cenar, Sumireko-chan ¿también nos acompañarás a cenar-nya?”


Así, un ambiente proveniente de la era Shōwa, fluía deliberadamente en nuestra mesa.


— ¿Eeh?, Sumireko-chan. ¿Usas tren para llegar hasta la escuela? —


— Bueno, mi casa se encuentra un poco retirada de la zona. —


En la mesa que estaba en la sala, se alineaba una lujosa cena que normalmente costaría más de lo normal.


En cuanto a la distribución de los asientos era así: Justo frente a mí se encontraba sentada mi mamá, y aun un costado Pansy. Se trababa de un perfecto cuadro del infierno.


Deje de percibir el sabor de la comida en cuanto comencé a pensar sobre que cualquiera de las dos podría liberar una “declaración bomba.” Por lo menos esperaría la llegada de papá, pero no hace mucho llegó un mensaje a mamá y también a mí diciendo que llegaría a altas horas de la noche.


— ¿No consideraste en asistir a una escuela más cercana? —


— La verdad, es que ni siquiera lo había pensado. —


— Pero, con eso tuviste que alejarte de todos tus amigos en la secundaria, ¿no te sientes sola? —


— En realidad, está bien, realmente no tenía demasiados amigos. —


Mostrándote con esa personalidad… Puede ser que tengas una buena relación con mamá, pero, en realidad eres completamente insensible e incierta. En realidad, no se puede saber que estarás pensado, sin embargo, que alguien así se encuentre a la deriva en la escuela, es algo lógico.


— ¿¡Eeh!? ¿¡Por qué!? si Sumireko-chan eres una buena chica, Amatsuyu, ¿tú sabes por qué? —


— No tengo idea… —


Mamá, no me preguntes, no tengo intenciones de participar en esta conversación.


— Amatsuyu, tienes esa mala actitud desde ya hace un tiempo. —


¿Qué si me importa que mamá me vea de esa manera? No lo sé. Estar en este maldito infierno ya es bastante mérito.


— Joro-kun, la cena de Laurier-san está deliciosa. —


— Que bien, entonces come de una vez y sal de aquí. —


Estando plácidamente en la habitación de otras personas como si fuese la tuya y aun así recibiendo de comer… No me hables con ese tono tan natural… De verdad que no paro de pensar que realmente estás enferma de la cabeza.


— Amatsuyu, en serio… ¿Qué ocurre contigo? Sé que lo de antes ha sido todo un malentendido. —


— Mamá, eso no tiene importancia. Lo que no comprendes es que esencialmente la detesto. —


En el instante en que arrojé aquellas palabras mientras continuaba molesto, mi madre se quedó quieta por completo.


— Amats—… ¿Qué es lo que acabas de decir? ¡Sumireko-chan es una chica…! —


Un segundo después de haberse detenido, susurró con con un tono de voz bajo que venía desde el fondo de su pecho.


¡Esto es muy malo! ¡Se pone así cuando se enoja en serio!


— No importa lo bien aparenten estar, no existe chica alguna que no piense nada si dice que la odias en frente de otras personas… No recuerdo haberte criado así, Amatsuyu. —


— ¡Tsk! … —


Maldición, esto definitivamente ha sido mi culpa, pero, todo ha sido porque…


— Amtsuyu, discúlpate con Sumireko-chan en este instante. —


No tiene caso, no puedo pensar en otro plan para evitar que continúe enfadándose… Será mejor no hacer nada arriesgado.


— … Pansy… Lo siento… —


— No tiene importancia, está bien. —


Al disculparme, Pansy respondió inmediatamente si voltear a verme.


— Lo siento mucho, Sumireko-chan… Este jovencito es realmente grosero… —


Rápidamente mamá cambió a un tono de voz alegre, mientras le sonreía a Pansy. Al parecer su ira se ha desvanecido, aunque después me dará otro de sus sermones…


Esta situación es de lo peor.


— Está bien. Joro-kun puede ser en ocasiones violento con sus palabras, pero, también es un chico gentil. —


— ¿Ah? ¿Lo dices en serio? —


Pansy comenzó a hablar mientras el buen humor de mamá retornaba. Pero si pudiera sugerir algo… No deberías tomar esa elección.


— Pansy, no digas nada que pueda ser innecesa—… —


— ¡Amatsuyu, cállate! —


Mis sentidos me advertían que una bomba se encontraba cerca, por lo que, al intentar detenerla, me silenciaron sin poder decir alguna palabra.


— Ne ~, ne ~, Sumireko-chan. ¿Te importaría hablarme de Amatsuyu? Él nunca habla sobre temas de la escuela. —


Al ver a mamá tan emocionada, Pansy solo me dirigió la mirada.


— … ¿Está bien si cuento un poco? —


— … Solo si es sobre lo normal. —


Realmente quiero detenerla, pero ahora mismo no puedo. Hacer enojar a mamá fue un error y si pienso en eso, tratar de detener a Pansy sería bastante malo.


— Entiendo, en ese caso… —


Por favor, no digas nada innecesario…


— Gracias a Joro-kun mi vida estudiantil se ha vuelto divertida. Cada día en la escuela me visita para charlar, y de vez en cuando suele ayudarme con el trabajo en la biblioteca. —


— ¡Eeh! ¿Qué más? ¿Qué más? —


— Joro-kun siempre lleva los libros más grandes y pesados, no importando que sea débil para ello y cuando lo hace nunca se queja. Me hace bastante feliz esa clase de amabilidad, además de que es una persona que se sacrifica para proteger a los demás, para que sean felices. Y eso… Eso es algo que definitivamente yo no podría hacer, en verdad es una persona maravillosa. Es por eso que lo admiro. —


¡KABOOOM! ¡Una gran bomba!


¡Di eso cuando no se encuentre la persona en cuestión! Que me lo hayas dicho a la cara es realmente vergonzoso. ¡Dame un respiro, por favor! —


— ¡Vaya! ¡Amatsuyu! ¡Ese es mi hijo! —


— ¡Mamá! ¡En verdad, detente! —


¡Mamá! ¡No me toques la cabeza de esa manera frente a Pansy!


— Es así, Amatsuyu en realidad es un chico bastante gentil. Incluso en una ocasión cuando los cuatro salimos en un viaje familiar, mi preciado collar que regaló su padre había desaparecido. Y sin decir nada, ¡Estuvo buscando solo hasta que lo encontró! En ese entonces hicimos un escándalo mientras decíamos por todos lados: “¡Amatsuyu no está en ninguna parte!” … Aah… Que nostálgico. —


¡Mamá, deja de mencionar esa historia! En verdad, basta, ya fue suficiente.


— Sumireko-chan, llévate bien con Amatsuyu de ahora en adelante, por favor. —


— No, soy yo quien debería pedirlo. Joro-kun, llevémonos bien a partir de ahora. —


— S-sí… —


Todo lo que pude hacer en ese momento, fue responder muerto después de acumular alrededor de 10 minutos de vergüenza mortal.



❀ ❀ ❀



Terminamos la conversación al mismo tiempo que la cena, mientras que el reloj marcaba sus agujas cerca de las 10:00 p.m. Con ello el infierno de este día llegó a su fin.


Fue tan conmovedor cuando finalmente creí que ya no sería el tema central de todas sus conversaciones, por un momento mis lágrimas estuvieron a punto brotar.


— Muchas gracias por todo el día de hoy, me he divertido bastante. —


— Que gusto, Sumireko-san. También me divertí demasiado, vuelve a visitarnos cuando quieras. —


Mamá despedía a Pansy con una sonrisa mientras agutaba la mano, mientras Pansy hacia una reverencia educadamente.


— ¡Gi! —


Además, presiono mi cabeza forzándome a agachar para hacer una reverencia.


— Bueno, entonces... Con su permiso. —


— Si, nos vemos en otra ocasión. —


Y así, se cerró la puerta, haciendo regresar la paz finalmente a nuestra casa.


— Bueno… Saldré un momento. —


— Fufufu ~ Justo como se esperaría de mi hijo. Lo entiendes incluso si no te lo digo. En verdad que eres un chico gentil. —


— Sí, sí. Como digas. —


Me coloqué los zapatos fastidiado de la expresión burlona de mamá y después salí de casa.


Apresurando el paso, encontré rápidamente a la chica de trenzas y lentes, a la cual ya estoy acostumbrado. Percatándose también de mi presencia, volteó hacia mí.


— Ara, ¿no me digas que me acompañaras hasta la estación? —


— Te equivocas, tengo algo que comprar en la tienda. ¡Así que solo iremos juntos solo hasta ahí! —


Respondí mientras colocaba mi pulgar sobre el índice de la mano izquierda.


— Ya veo, entiendo. Vayamos juntos hasta entonces. —


Con paso ligero Pansy camino hasta mi lado, y aunque inexpresiva, parecía encontrarse de buen humor.


— ¿Sabes? Joro-kun —


Después de mantenernos caminando en silencio, hablo un tono de voz bastante serio.


— ¿Qué ocurre? —


— ¿Hasta cuándo planeas continuar así? Es decir… Sin arreglar las cosas con ellos. —


— Eso no es algo que te importe. —


De entre todas las personas, debía ser ella quien tocara ese tema.


— ¿Acaso no puedo preguntar a menos que esté relacionada? No sabía de la existencia de esa regla. —


— Tienes razón, pero… ¿Realmente creíste que respondería a tu pregunta? —


— Sí, ya me has respondido. Y no parece que tengas la intención de arreglar las cosas pronto. —


— No recuerdo haber mencionado nada de eso. —


— Lo entendí en el momento con lo que acabas de decir, si no quieres responder mi pregunta, simplemente es porque aún no han arreglado las cosas. Es posible que aún no sepas cómo resolverlo. —


Tsk, ese tono no es el de burla de siempre, lo dice completamente con seriedad.


— En realidad, es más sencillo de lo que crees, pues si tan solo te acercaras y les hablaras, todo se resolvería. —


— Como si eso fuese a pasar. Por alguna razón, creo que ellos ya no quieren involucrarse conmigo. —


— Eso no es posible. —


Maldi—, me llevo la contraria rápidamente…


— ¿Y tú cómo lo podrías saber? Los he conocido desde hace mucho tiempo y es por eso que los entiendo mejor que tú. —


— Responderé tu pregunta con otra. ¿Las personas a las que has conocido son de aquellas obstinadas que no se reconciliarían tras haber conocido tu verdadera personalidad y haber discutido un poco? O… ¿En realidad se trata de personas lamentables que desean solucionar las cosas, pero no saben siquiera por dónde empezar? —


— … No lo sé. Si no te importa, me adelantare. —


No tengo intención de continuar hablando del tema, así que lleguemos a nuestro objetivo de una buena vez.


Pensando en ello apresuré un poco el paso, e hice distancia con Pansy.


— ¡Espera! —


Pansy corrió ligeramente tras de mí y cuando me tomó por el brazo, me quedé completamente quieto.


— ¡Silencio! ¡Suéltame! Te odio… —


— Así que es eso... —


— ¿¡Aah!? —


Pansy que se había mantenido inexpresiva, de pronto mostró una pequeña sonrisa.


— Deberías ser tan honesto como lo eres frente a mí. Si tan solo el “tú” de ahora les dijese lo que piensa, seguramente lo entenderían. —


— … … —


— Si no quieres disculparte, entonces no tienes que hacerlo. Si quieres enfadarte, puedes hacerlo, después de todo no hay nada que temer, tu relación con ellos ya se ha roto y no pasara nada malo. —


— … Lo sé, no necesitas decírmelo. —


Seguramente comprende que me he preocupado por ese tema últimamente y esta es su manera de consolarme… “No le des vueltas por siempre… ¡Haz algo!” Demonios… Por eso la odio tanto.


— Será mejor si cuentas con muchos amigos, podrán crear recuerdos maravillosos. —


— … Seguro lo que lo dices es por experiencia. —


— No me molesta si lo piensas de esa manera. —


— Oh… Entonces lo pensare justo así. —


— Si lo deseas. —


Ya que puedes expresar esas palabras… ¡Entonces al menos haz un pequeño esfuerzo por hacer amigos! Siempre te encuentras en la biblioteca y no conversas con nadie más que conmigo.


— Ya suéltame de una vez, he dicho que eres odiosa. —


— Ara, quería caminar contigo tomada de la mano, es una pena. —


Continúe caminando después quitarme de encima la mano de Pansy.


Después de la escena, continúe caminando sin decir nada hasta llegar a un edificio conocido.


— Hasta aquí llegamos juntos. —


— … —


Finalmente… ¡Finalmente quedaré liberado de Pansy! ¡Es una sensación tan refrescante!


— Joro-kun, ¿podrías venir conmigo por un momento? —


— ¿¡Aah!? ¿Porque tendría que…? ¡Oye! ¿¡A dónde vas!? —


Antes de que pudiera decir algo más, Pansy se dirigió a un camino lateral y la seguí apresuradamente. Entonces se detuvo justo debajo de un gran árbol por donde casi no transitaban personas.


— ¿Podrías esperar aquí un momento? —


— … De acuerdo… ¿eh…? —


¿Qué rayos está haciendo ahora?


De pronto, rodeo el árbol y se dirigió hacia la parte de atrás.


— Gracias por esperar. —


— ¿Por qué repentinamente haces cosas sin senti— ¿Eh? ¡U-Uwa! —


— Hoy no pude mostrarme en tu habitación y mi pecho… ¿Pero podrías soportarlo? —


Me sorprendió…


¿Quién diría que no apareció la Pansy de siempre desde atrás del árbol? Se había retirado los lentes y deshecho las trenzas… Como de costumbre, un golpe directo a mis sentidos. En verdad lucía tan hermosa, tanto que instantáneamente me dieron ganas de abrazarla.


— Jejeje, te has avergonzado… ¡Qué lindo! ~ —


Con una sonrisa fascinante, se acercaba cada vez más con cada paso a mi lado y yo como si fuese atado por algo, no podía moverme. Entonces colocó su mano sobre mi cabeza.


— Seguro que todo saldrá bien para el gentil Joro-kun, así que no te preocupes, puedes estar tranquilo. Y en caso de que no resulte bien, tomare toda la responsabilidad y estaré ahí para consolarte. —


Pansy susurro aquellas palabras con una voz serena mientras me acariciaba la cabeza.


Nuestros rostros estaban demasiado cerca y sentir su respiración chocando con mi rostro, me provocaba un cosquilleo.


— Ese consuelo… ¿Podría tenerlo por adelantado? —


— Sí que eres codicioso… Pero si solo fuese un poco, entonces está bien… ¿Te importaría cerrar los ojos? —


— … Oooh, ¡Oh! —


Un mágico ambiente se generó entre ambos, un sosegado aroma fluía en el lugar y una sensación que algo recorría mi mano derecha.


Espera… Están pasando muchas cosas extrañas… ¿Eh? ¿Acaso eso último no ha sido extraño?


— Ara, bienvenido de regreso Stinger-kun. ~ —


Al mirar mi mano derecha, sobre ella el enorme Stinger-kun se encontraba.


Sin importarle que haya saltado apresuradamente, el escarabajo se movió tranquilamente hasta llegar al hombro de Pansy. Se trataba de la dignidad de un rey.


— No me digas, en este sitio… —


— Exacto, este es el roble donde se encontraba Stinger. —


¡En serio es literalmente un aguafiestas! ¡Aunque eso no lo diré!


— Bueno, es una pena, pero, ¿podrás sopórtalo solo con esto? —


Pensaba que como iban las cosas terminaría consolándome de antemano pero no parece ser así. Un momento… ¿Por qué está colocando sus manos sobre su cabeza con la intención de simular un par de orejas de conejo?


— Amo ~ ¿Qué clase de libro leeremos juntos hoy? Pyon ~ —


— ¡Ah…! De eso se trataba… —



Eso en realidad es… Sobre una cosa que se encontraba en mi colección secreta, dentro del segundo cajón: “Sesión de lectura con las Conejitas-Maid.” E-esta mujer… ¿Incluso ha visto el contenido!?


— ¿Qué te parece? No tuve mucha confianza, pero he esforzado. —


Estoy aturdido, además, no te pedí esa clase de esfuerzo.


— Eres cruel al no darme tu opinión… De cualquier manera. ¿Nos vamos? —


— Sí, vamos. —


¿Porque aquel consuelo nos llevó a algo como esto? Es posible que me encuentre a salvo por no haber sido algo extraño, pero el precio a pagar fue demasiado caro.


— Gracias este día, Joro-kun. —


Pansy me agradeció mientras caminaba a mi lado… Y yo, aún estaba en el centro de la depresión.


— ¿¡Eh!? ¿Por qué? —


— Por llevarme a tu habitación, por tener una conversación tan divertida conmigo, y también… —


Pansy se detuvo, sus mejillas se tornaron ligeramente rojizas y continuó mientras su mirada se encontraba con la mía.


— … Por acompañarme hasta la estación. —


Después de decir eso, nuevamente se colocó los lentes y entro al edificio de la estación frente a nosotros. Al asegurarme de que había entrado, me di la vuelta y regresé al camino por el que había llegado.


— Entonces… ¿Pasamos por la tienda de camino a casa? —


Aah… Después de todo ella es increíblemente hermosa…







 

Anotaciones:


[1] Refiriéndose a la idea de “Las barras de Dios”, un concepto de arma bélico de unas varillas hechas de tungsteno de 1 metro de largo y un peso de alrededor de 100 kilos, capaces de ser lanzadas desde el espacio y teniendo un resultado tan devastador como una bomba atómica.


[2] Kandata, un condenado que sufre los tormentos del Infierno, un día encuentra un hilo de araña que cuelga del Paraíso, pues Buda había decidido darle una oportunidad de trepar hasta el Cielo, ya que el hombre había hecho una sola cosa buena en su vida. Kandata se aferra al hilo y trata de subir, pero muchos otros pecadores lo imitan, como consecuencia haciendo que se rompa y llevándolo al infierno.


[3] El apellido de Asunaro está compuesto por los kanji: 羽立, y hay un kanji que es la combinación de ellos, 翌. Luego, su primer nombre está compuesto por 桧菜, y tomando el primer el primeror y añadiéndolo a 翌 da 翌桧 (Asunaro), que es un tipo de ciprés.


[4] El dialecto Tsugaru (津 軽 弁, Tsugaru-ben) es un dialecto japonés que se habla en el oeste de la prefectura de Aomori. Este dialecto tiene fama de ser tan diferente del japonés estándar para aquellos que no son hablantes nativos, que incluso las personas que viven en la misma prefectura pueden tener problemas para entenderlo.


[5] Se trata de una referencia a la popular obra de Momoko Sakura: “Chibi Maruko-chan (ちびまる子ちゃん ).


[6] Su nombre es Keiki Kisaragi (如月桂樹) y al eliminar el primer Kanji se obtiene: "月桂樹", que es una palabra para un laurel, que también se conoce como laurier, y por lo tanto se llama a sí misma de esa manera.


[7] Una referencia a la obra Puella Magi Madoka Magica respecto al personaje Akemi Homura, quien tiene la capacidad de viajar por el tiempo.


[8] Los robles de Kunugi abundan en algunos bosques, pero en muchas áreas están completamente ausentes. Aunque estos robles florecen y producen bellotas, rara vez, o nunca, encuentro una plántula o retoño creciendo en el suelo del bosque.



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