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Capítulo IV - Una hija, una academia, una torre y una bestia invocada.


Cayna se sentó incómodamente para desayunar, tratando de sofocar las incesantes dolencias de su cabeza.


Su malestar era tan evidente que sus compañeros le daban medicamentos para la resaca, pero por mucho que Cayna fuera una maestra de la habilidad, cuando bebía le solía afectar demasiado. Después de todo, la habilidad pasiva Resistencia al Veneno sólo podía llevarla hasta cierto punto.


Y eso fue el resultado de la intensa oposición de la mayoría de los jugadores en el mundo del juego de Leadale.


Los jugadores sólo podían matarse entre sí en tiempos de guerra, esto sólo daba una cantidad insignificante de puntos de experiencia, pero los jugadores de bajo nivel se volvían locos por ello. Como resultado, formaron facciones y atacaron a los jugadores de mayor nivel dándose a conocer como “los rompelímites.”


Las habilidades que comenzaron como “Anulación de dolencias de estado”, se convirtieron en “Resistencia a dolencias de estado”, y más tarde se actualizaron como diferentes variaciones, como “Resistencia al Veneno”, “Resistencia a la Parálisis” y “Resistencia al Silencio.”


Los jugadores de alto nivel habían pensado que esto era ir demasiado lejos, pero los de nivel inferior, que constituían la mayoría de los usuarios, lo habían alabado.


Para alguien como Cayna, que se especializaba en magia, hubo varias veces en las que se vio envuelta en una batalla estratégica y fracasó porque estaba en inferioridad numérica.


Ella, personalmente, pensaba casualmente que nadie era perfecto, pero los demás no parecían compartir su opinión. Incluso durante un momento en el que los jugadores de alto nivel, como los “rompelímites” y los “maestros de habilidades”, conspiraron juntos y formaron su propio país.


Para cuando finalmente se volvieron invencibles, los tablones de anuncios y el sitio oficial explotaron.


Lo más probable es que este giro de los acontecimientos haya provocado las actuales tendencias de pesadez de Cayna.


Cuando todavía era un avatar, el hecho de estar protegida contra el veneno dependía de la probabilidad y de la programación del juego, mientras que ahora su avatar era su propio cuerpo físico, tenía la sensación de que la mentalidad de "mayor de veintiún años" y "menor de edad", así como una serie de otros factores, probablemente habían debilitado su resistencia al veneno.


Sin mencionar que Marelle le había dicho: "Las resacas forman parte del disfrute de unas buenas copas", por lo que le había prohibido utilizar la Purificación del Veneno.


Ante esto, Cayna obedeció lealmente esta orden y soportó las secuelas.


Cayna hizo lo que le dijeron porque de alguna manera veía a Marelle como una figura materna en este mundo.


Hmm… ¿Por qué he venido aquí otra vez? Dije que buscaría las torres, ¿no? ¿Pero me pregunto si alguien sabrá siquiera a qué me refiero con las Torres de los Guardianes?


Hasta ahora, había visitado el mercado a primera hora de la mañana, compró hierba kirina y corazones de pájaro potro, luego desayunó en la posada antes de partir hacia el Gremio.


Mientras caminaba hacia su destino, varias personas con las que se cruzaba por el camino le hacían comentarios como: "¡Oh, eres la chica que caminó sobre el agua!", a lo que ella deseaba profundamente que no lo hicieran.


¿Qué soy, una patinadora de estanque…?


Su magia no era una que se podía esconder fácilmente bajo la alfombra, así que no había opción, pues cuanta más gente hay, más rápido se extienden los rumores.


Ahora se había convertido en un juego de teléfono descompuesto, y seguramente habría mucha desinformación, sin embargo…


En lugar de recopilar información en la ciudad, ¿no habría gente como la caravana de Elineh, que viaja a distintos lugares, con un conocimiento detallado de las zonas remotas? Volveré a la parada de descanso de los carruajes y preguntaré.


Cambió de dirección justo antes de llegar al Gremio y se dirigió al alojamiento de los carruajes, comprobó que Elineh y su caravana aún no habían partido.


Cuando Cayna se acercó a los miembros que reconoció, Elineh salió de inmediato y entabló conversación.


Me he enterado de lo sucedido, Lady Cayna. Parece que dividió el río, ¿verdad?


¿¡Qui-quién demonios te ha dicho eso!?


Solo bromeaba.


Al darse cuenta de que había estado jugando con ella, Cayna cayó de rodillas y cascadas brotaron de sus ojos mientras se acercaba a Elineh.


¡ELINEEEEH!


Sí, sí, lo entiendo. Así que por favor anímate.


Sniff…


La idea de que su benefactora creyera que iba a recurrir a esa fuerza bruta hizo que Cayna comenzara a llorar. Luego se secó los ojos y volvió a enfrentarse a Elineh.


Ahora bien, ¿qué es lo que ocurre? preguntó. No parece que hayas venido en busca de empleo como guardia…


Aludiendo a su título de Maestro de Habilidades, le preguntó si tenía alguna información sobre estructuras similares a la de la torre de plata cercana a la remota aldea (a la que, ahora que lo pensaba, nunca había preguntado el nombre).


Ya veo… Entonces, Lady Cayna, ¿pretende encontrar esas torres?


Bueno, ese es el objetivo final de todos modos. Después de todo, no hay nada más en este momento que me llame la atención.


... Parece que hay un hermoso castillo flotando en medio de un lago justo en el norte del Reino de Helshper, al cual que nadie puede entrar… Pero no se me ocurre mucho más.


El norte, ¿eh?


Los países del norte incluían el antiguo Reino Púrpura de Helbehr al noreste del antiguo Reino Blanco y el antiguo Reino Negro de Lypras al oeste. Cada mes, las tres naciones participaban en la furiosa batalla que tenía lugar en el Reino Negro.


Cayna y su insufrible compañero pertenecían al Reino Negro, por lo que el paisaje del país estaba lleno de cráteres, devastados por la poderosa magia y las Habilidades de Armas que sus compañeros utilizaban en sus combates. Todo es escenario recordaba el aspecto diferente que tenían las cosas después de cada batalla.


En el mundo del juego no tenía ningún impacto duradero, pero si algo así ocurriera ahora, esta capital se convertiría en un instante en algo más que ruinas y se convertiría en un páramo.


Como era de esperar, no parecía haber nadie tan retorcido como los veinticuatro Rompelímites o incluso los trece Maestros de Habilidades como para hacer algo así, incluso si pensaba que existían muchos personajes extraños.


Al considerar esto, Cayna se dio cuenta de lo difícil que sería utilizar su propio poder. Después de todo, si lo utilizaba sin cuidado, podría matar a la gente con demasiada facilidad.


¿Lady Cayna?


Oh, sí… Lo siento.


¿Estabas pensando en el pasado? Si no le importa, me gustaría preguntar cómo era el mundo antes.


Ah, bueno, yo diría que fue una época brutal de guerras constantes.


Después de una conversación con algunos detalles del pasado, Elineh se marchó tras prometerle que le informaría si descubría algo más sobre la torre. También le dijo que la información era gratuita esta vez, pero que si descubría algo, ella tendría que pagar una cuota la próxima ocasión.


El simple hecho de no hablar de dinero desde el principio fue una amabilidad de su parte.


Pensando en esto, se dirigió a su destino inicial, el Gremio.



⚝ ⚝ ⚝



Cuando se dirigió a comprobar las solicitudes en la pared, la misma mujer que estaba en el mostrador de recepción aquel día la saludó.


Ah, Cayna. ¿Te importaría venir un momento?


Por supuesto.


Cayna se acercó al mostrador y le entregaron un pequeño papel con borde dorado que parecía un certificado. Estaba escrito en el idioma local, lo que sería un dolor de cabeza para descifrar, así que decidió simplemente preguntar.


¿Qué es esto?


Has sido convocada a la Academia. ¿Tal vez sea una petición personal de algún tipo? Parece estar relacionado con tu poción del otro día.


Por “Academia”, ¿te refieres a la que se encuentra en el banco de arena?


Exacto, la Academia Real. La invitación no da una fecha fija, por lo que es de suponer que se refiere a cuando te convenga.


En cualquier caso, ir a la Academia le daría la oportunidad de visitar a Mai-Mai, así que Cayna no veía ningún problema en ir.


Respecto a academias, ella sólo había asistido a la escuela primaria, por lo que estaba un poco emocionada por experimentar el mundo diferente que esta nueva institución le abriría.


Cuando se dirigió al puerto para cruzar al banco de arena, mucha gente le preguntó con curiosidad: "¿No vas a cruzar el río hoy?", pero no tenía intención de ser el espectáculo que había sido el otro día y entonces daba una vaga respuesta diciendo: "Eh… Quizá más tarde."


Durante el trayecto, hizo como si no escuchara a los particularmente obstinados y cruzó hasta el banco de arena en el barco de cercanías. Cayna se sorprendió un poco al comprobar que ya había alcanzado notoriedad en el puerto.


Luego se dirigió a la entrada y cuando mostró su invitación a los guardias de la Academia, éstos susurraron algunas palabras a una bola de cristal en la sala de guardia, y las puertas se abrieron. Alguien vendría a guiarla, así que le pidieron que esperara un rato.


Después de varios minutos de silencio, un rostro conocido salió rápidamente del edificio.


Le pido disculpas por la espera. Gracias por responder a nuestra convocatoria… ¡Cayna!


Hola, Lonti. Parece que nos vimos ayer mismo. ¿Así que eres una estudiante de aquí?


A diferencia del día anterior, Lonti llevaba una túnica verde y no llevaba consigo su varita. Luego la chica se tranquilizó e inclinó la cabeza.


Muchas gracias por lo de ayer. Los caballeros se sorprendieron por lo rápida que fuiste.


Ese pequeño realmente no tiene remedio. Si lo vuelvo a ver en la ciudad, ¿puedo atraparlo sin hacer preguntas?


S-sí, por favor, hazlo. Y lo que es más importante, ¿por qué te han convocado?


Hmm, eso es lo que he venido a preguntar también. En cualquier caso, ¿crees que podrías mostrarme el lugar?


¡Por supuesto! Me han dicho que primero te lleve al despacho del director, por aquí.


Cayna siguió a Lonti y entró en la escuela. Durante el camino, Lonti le explicó una serie de puntos sobre la Academia.


En primer lugar, dijo que pertenecía al Departamento de Magia Vocacional y que se había inscrito en el Gremio de Aventureros como parte de sus clases. También había otros departamentos como el Departamento Sagrado, donde se podía estudiar magia de curación y purificación, el Departamento de Alquimia, donde se podía aprender a componer medicinas.


También mencionó que cualquiera podía entrar en la Academia, siempre que tuviera la destreza mágica necesaria, pues la matrícula era mínima, y el país te garantizaba los fondos.


¿Compuesto? ¿No es una síntesis?


¿Hmm? Es una práctica común moler y mezclar materiales cuando se crean medicinas. ¿Los altos elfos utilizan un método diferente?


… ¡Ah, ya veo! Las habilidades exclusivas de los jugadores no se han transmitido a los personajes.


… ¿Perdón?


No podía asegurarlo sin tener la imagen completa, pero parecía que las habilidades que antes usaban los jugadores ya no existían en este mundo. En ese caso, tal vez la razón por la que Lonti se había sorprendido tanto cuando Cayna usó la habilidad Flotar el día anterior, era porque no había utilizado un canto.


Este es el despacho del director. dijo Lonti.


Mientras divagaba sobre el tema, Lonti la había conducido hasta una puerta impresionante y diferente a las demás. En el lugar, Cayna llamó a la puerta y una mujer les indicó que entraran, a lo que Lonti la abrió y entraron juntas.


Tras ella, los ojos de Cayna se encontraron con los de una elfa vestida con prendas rojas y sentada en un majestuoso escritorio con una gran ventana de cristal detrás.


Antes de quepudiera darse cuenta de quién se trataba, hubo un súbito movimiento de telas suaves, y se vio envuelta repentinamente en un fuerte abrazo.


… Um, tú eres Mai-Mai… ¿verdad?


¡Ahhh, ha pasado taaaanto tiempo, madre!


¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉ?!


En cuanto la primera voz comenzó a acariciar la cabeza de Cayna, Lonti dio un grito de asombro.


Es tan alta, suave y delgada. ¿Por qué tengo que ser tan pequeña? se preguntó internamente Cayna.


Por mucho que el proceso de creación del personaje fuera un desastre, su cuerpo original había sido todo piel y huesos, así que no podía hacer nada con respecto a su aspecto.


Ahora que Mai-Mai estaba completamente a su alcance, le pellizcó la mejilla y la apartó a la fuerza.


¡Uwaaaagh, qué mala eres, madre! Hace doscientos años que no nos vemos.


¿Qué crees que estás haciendo, actuando así en público? ¡Eres la directora de la escuela! … Oye, Lonti, ¿estás bien?


…. S-Sí…


Cayna agitó la mano frente a la mirada distante de Lonti para que la chica volviera en sí. Afortunadamente, parecía que su alma no había abandonado completamente su cuerpo, así que no tardó mucho en regresar. Sin embargo, inmediatamente la presionó en busca de respuestas.


U-u-u-um, eh, ¿eres la madre de la directora, Cayna?


Así es… Después de todo, tengo más de doscientos años. (Que gran mentira.)


¡Yaaaay, madre!


Sin palabras y boquiabierta, Lonti observó cómo la directora de la Academia se aferraba a su madre por detrás como si se tratase de un niño enorme.


Sin saber qué hacer en ese momento, Cayna optó por no defenderse y, en su lugar, produjo un pequeño rayo en su mano.


En cuanto Mai-Mai lo vio, retrocedió dando un salto, se enderezó y se aclaró la garganta con una tos. Tras recuperar su aspecto normal, se dirigió a Lonti.


Mis disculpas, señorita Arbalest. Puede volver a la clase.


Ah, sí… Por favor, discúlpeme…


Posiblemente rondando entre la ilusión y la realidad, Lonti hizo una reverencia y se retiró de la oficina.


Mai-Mai estaba a punto de volver a abrazar a su madre por la espalda, pero se congeló al notar el aura oscura de Cayna (por las habilidades Dominio y Mirada Asesina, respectivamente).


Oye, ¿Mai-Mai?


¡¿Sí?! ¿Qué pasa, M-Madre…?


Me preguntaba… ¿Por qué me han llamado aquí exactamente? ¿Fue para que me dieras un abrazo?


N-no, ¡sólo quería discutir algo contigo!


No te pediré que no seas tan molesta, pero guárdalo para cuando estemos en privado. Tienes una imagén que cuidar, ¿no es así?


Sniff. Sí, lo entiendo.


Cayna trató de dar a su hija una reprimenda maternal adecuada, pero sintió que había estado ligeramente fuera de lugar. Al fin y al cabo, tenía recuerdos bastante vagos de su propia madre.


Consternada por el rechazo, Mai-Mai volvió a su escritorio y sacó de un cajón un frasco de vidrio lleno de un líquido rojo. Era la poción que Cayna había entregado al gremio el día anterior como parte de una petición. Llevándola consigo, Mai-Mai le dirigio las palabras: "por favor, sígueme", a su madre, para luego salir del despacho del director.


Cayna sintió pena por haber sumido a la elfa en una depresión y pensó que tal vez había sido demasiado dura.


¿Mai-Mai?


¿Si? ¿Qué pasa, madre…?


¿Sabes lo de las otras Torres Guardianas?


... U-um, son similares a tu propia torre de plata, ¿correcto?


Correcto, son esas. Hay otras doce en este mundo.


Mai-Mai pensó por un momento antes de sacudir la cabeza y responder:


Nunca he oído hablar de las otras.


Ya veo, lo entiendo. Gracias. Respondió Cayna.


Mai-Mai no había oído hablar de las torres, aunque había estado presente cuando el juego tenía muchos jugadores.


En aquel entonces, Cayna había utilizado sus sub-personajes como algo más que un espacio de almacenamiento. También habían sido personal NPC al que había dado cierto grado de movimiento y había hecho caminar junto a ella. De esta manera, era habitual que los sub-personajes te siguieran como patitos para que pudieran ganar experiencia en la batalla y subir de nivel.


Ella había hecho exactamente eso con sus tres sub-personajes, todos ellos probablemente de nivel 300, y dado que sus habilidades, al igual que sus capacidades mágicas son las que más tardan en subir de nivel, pensó que sería mejor tenerlas todas al mismo nivel en lugar de que fueran radicalmente diferentes.


También recordaba claramente cómo se acercaba a otras torres e invocaba a los monstruos con magia de invocación mientras les ayudaba a ganar puntos de experiencia, sin embargo, Mai-Mai aparentemente no recordaba nada de esto.


Ante todo esto, Cayna decidió apartar eso de su mente por ahora, ya que no tenía forma de investigarlo.


Tendría que consultarlo con Skargo y Kartatz más tarde.


Mientras reflexionaba sobre este enigma, fue conducida a lo que parecía ser una clase en curso, su hija abrió la puerta sin dudarlo lo más mínimo y entró mientras gritaba:


¡Mira a quién he traído!


En el interior se alineaban varios pupitres anchos y el fuerte olor a hierbas recorría la sala.


Una veintena de estudiantes estaban moliendo y mezclando ingredientes, pero ante tal alboroto, no hicieron más que echar un vistazo a la repentina llegada de Mai-Mai y apenas apartaron los ojos de su trabajo.


La persona a la que había llamado era un profesor de aspecto desaliñado que se encontraba en su mesa. Ordenó a los alumnos que siguieran trabajando y siguió a la directora hasta el vestíbulo donde le esperaba junto con Cayna.


Estás bromeando, ¿verdad? ¿Has traído a esta señorita aquí?


¿Por qué demonios todo el mundo me llama de esa manera…?


Cayna suspiró ante el hecho de que incluso aquel hombre de pelo desgreñado, sin afeitar y con aspecto de ser un poco desaliñado le llamase: "señorita".


Al notar la expresión irritada de Cayna, Mai-Mai intentó calmarla diciendo: “Ya, ya".


No tan rápido, Lopus. ¡No digas esas cosas! Después de todo, ella es mi madre.


De nuevo…


Esta repentina verdad robó a Lopus todas las palabras.


En cualquier caso, este es Lopus Harvey, madre. Es un profesor de alquimia, y también mi esposo.


… … ¿Qué?


Cayna quería utilizar de alguna manera los efectos especiales para mostrar un témpano de hielo detrás de ella, pero logró contenerse.


Retorciéndose y agitándose por su propia afirmación, Mai-Mai se sonrojó y vociferó: "¡Eek, yo lo he dicho!", mientras corazones y notas musicales revoloteaban por todas partes; mientras que tanto su madre, así como su marido se miraban uno a otro y suspiraban.


Lo siento mucho, me temo que no siempre he hecho el mejor trabajo criándola… Debe ser duro para ti.


No… En realidad, he aprendido mucho de su despreocupación, así que no diría que eso es totalmente cierto.


Los dos intercambiaron miradas una vez más y sonrisas incómodas.


Eres un buen hombre, Lopus. Cuida de ella por muchos años.


Parece que señorita no es el término adecuado aquí. ¿Puedo llamarla Lady Cayna? Me sentiría bastante incómodo llamándola madre.


¡O-Oye, me estás ignorando! ¡¿Y por qué se dan la mano?! ¿Por qué esas expresiones tan burlonas?


Mai-Mai rechinó los dientes en señal de frustración sin darse cuenta de que ella era la razón por la que su madre y su marido se habían llevado bien.


Ignorando por completo los sollozos mientras los lloraba a mares, los dos llegaron al tema en cuestión. Lopus tomó el frasco de líquido rojo de su esposa y se lo entregó a Cayna.


Ahora, en cuanto a esto… comenzó.


Alguien pidió una poción y yo la entregué. dijo Cayna. — ... ¿Fue una mala acción?

Si algo así empezara a circular por el mundo, cambiaría por completo la visión que la gente tiene de los compuestos existentes. No vayas a hacer alarde de ello.


Esto confirmó sus sospechas; el proceso de creación de medicamentos era diferente en este mundo, pues por lo que había visto en el aula, sus habilidades harían innecesario su laborioso proceso.


… Mai-Mai.


¡Sí! ¿Qué pasa, madre?


Cayna suspiró mientras su hija sonreía y se acercaba corriendo como el perro de Pavlov ante la sola mención de su nombre.


Conoces la Creación de Pociones I, ¿verdad? le preguntó Cayna.


¿Eh? No, nunca me enseñaste eso.


¿Qué? Bueno, ¿la tiene Kartatz?


¿Quién sabe? Mi estup-… qui-quiero decir que nunca he visto a Kartatz hacer algo así.


Justo cuando pensó que su memoria podría estar mal, Lopus se entrometió divertido en la conversación entre madre e hija.


Disculpe, Lady Cayna. ¿Cree que podría enseñarnos cómo se hace?


¿Eh?


Sin esperar respuesta, Lopus volvió a entrar en el aula, dejó la puerta abierta e instó a Cayna a avanzar con un “¡Adelante!”, a lo que Cayna se dio la vuelta y preguntó a Mai-Mai si aquello era una buena idea, pero su pregunta cayó en saco roto cuando su hija la empujó hacia el interior del aula.


Si Lopus dice que está bien, entonces está bien.


Los alumnos estaban acostumbrados al ir y venir de la oficialmente reconocida "pareja de idiotas", pero miraron con recelo cuando una chica de su edad entró con ellos.


Además de las herramientas utilizadas para hacer compuestos, había varios frascos llenos de líquido marrón sobre los pupitres. Al parecer, la lección principal del día había terminado, pero Lopus dijo a sus alumnos que podían entregar sus productos terminados más tarde e invitó a Cayna a la mesa del profesor.


Ahora haremos una demostración, así que deberían prestar mucha atención.


"¡Espera, Lopus! ¿No dijiste que sería malo para el mercado si esto se difundía?”


Por supuesto, nadie pudo escuchar su comentario interno.


Sin molestarse lo más mínimo por las miradas de reproche, Lopus alineó los materiales de clase en su escritorio y justo antes de empezar, primero se acercó a Cayna y la presentó.


Ella es Lady Cayna, una grandiosa maga talentosa y también es la madre de nuestra directora.


Este anuncio contundente convirtió en piedra a todos los que lo escucharon. Entonces, tras un compás, los alumnos soltaron un grito unánime diciendo:


¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉ?!


El profesor hizo callar a la clase con un gesto de la mano, acción con la cual Cayna se sorprendió por la reacción entrenada de los alumnos ante tal gesto.


Adelante, Lady Cayna.


E-Espera un segundo, estos ingredientes ni siquiera son los de mi receta… ¿Qué es esto?


Es raíz de kaju y bulbos de hierba kirina. ¿Necesita más?


La joven elfa determinó que este proceso era fundamentalmente diferente al que estaba acostumbrada basándose en los ingredientes y los utensilios para mezclar que había en el escritorio ante ella.


Desafiante, se giró para mirar a los confusos alumnos.


Entonces sacó tres tallos redondos de hierba kirina y los corazones de ave de potro congelados. Después de explicar lo que tenía en la mano, lanzó la habilidad “Creación de pociones II.”


La conmoción se produjo en el aula en un instante.


Los puntos azules que surgieron del aire convergieron directamente frente a ella, y una esfera acuosa engulló inmediatamente los ingredientes que tenía en la mano como una hoja giratoria. Los colores cambiaron del azul al rojo y a todos los colores del arco iris a medida que los ingredientes se fusionaban.


Finalmente, el líquido sobrante se separó y formó un anillo alrededor de una esfera roja comprimida que cabía en la palma de la mano. Era como una brillante esfera de discoteca con tonos azules y rojos que liberaba una misteriosa energía como si fuera una única fuerza vital.


Y para el momento en que los estudiantes jadeaban ante la fantástica visión, se produjo un fuerte crujido y la esfera se rompió. Tanto ellos como Lopus se quedaron sin palabras ante el impactante fenómeno que acababan de presenciar.


Sólo Mai-Mai murmuró alegremente: "Así se hace madre."


Lo único que quedó en la mano de Cayna fue un frasco de vidrio con un líquido rojizo que era exactamente igual al de Lopus.


Y así es como se crea una poción. dijo simplemente, lanzando el producto terminado a Lopus.


Éste lo atrapó con seguridad y comparó las pociones que tenía en sus manos, y tras confirmar que eran iguales, levantó la mano.


… ¿Le importaría responder a una pregunta?


Depende.


¿De dónde viene el frasco?


Un silencio desgarrador descendió, y un chorro de sudor cayó por la frente de Cayna ya que no tenía forma de saberlo, pero este era un tema que suscitaba críticas incluso en el juego.


La mayoría de los objetos fabricados mediante el sistema de habilidades artesanales cabían perfectamente en sus contenedores y dado que estos solían desaparecer una vez que se agotaba su contenido, deshacerse de ellos no suponía demasiado problema.


Sin embargo, como en cualquier otro mundo, había quienes se dedicaban a pelear por estas cosas. Los jugadores se dividían en dos bandos, los que querían contenedores separados y los que estaban bien con la configuración actual, y discutían constantemente sobre el tema. Ni que decir tiene que, como los administradores no se involucraban, pues era un tema de debate que aparecía cuando menos se esperaba.


Por supuesto, a Cayna no le había importado ni lo uno ni lo otro, así que ahora que le preguntaban, no podía dar una respuesta adecuada.


¡A-Así son las cosas! … ¡Esas son las reglas!


Dijo sólo lo que tenía que decir y se retiró rápidamente del aula.


¿Eh? ¡Ah, espera! ¿A dónde vas, madre?


A casa.


¡¿Qué?!


Desconcertada por el repentino disgusto de su madre y por la forma en que se desentendió de todo el asunto con una sola palabra, Mai-Mai salió corriendo tras ella.


Lopus también tenía algunas preguntas, pero comprendió la prisa de su suegra y soltó una pequeña carcajada, ya que después de todo, sabía que hasta los más sabios tienen sus rarezas inesperadas.


¡Pero si apenas nos hemos reencontrado! gritó Mai-Mai.


¡Entonces puedes venir a visitarme!


¡No seas así!


Los hombros de Lopus temblaron hasta que la conversación entre madre e hija se desvaneció en el pasillo.


Al día siguiente, cuando Cayna se presentó en el Gremio, la joven pelirroja volvió a llamarla al mostrador y le entregó una citación.


Parece que esta vez quieren que seas profesora de la Academia pase lo que pase. ¡Eso es realmente impresionante!


La mujer lo dijo con admiración, pero lo único que se le ocurrió a Cayna fue la sonrisa de felicidad de su hija.


『 Habilidad mágica: Cargar: Maldición: Tipo: B 』


Cayna se apartó del mostrador y murmuró un hechizo en voz baja.


Un instante después, una calavera negra apareció sobre el papel de citación y una llama púrpura la convirtió en cenizas.


Esta habilidad se había distribuido para Halloween y estaba destinada a sorprender al objetivo.


Era uno de los tres tipos de recompensas por una simple búsqueda.


Para el tipo A, una calabaza de tamaño humano con un farol seguiría al objetivo durante una hora, para el Tipo C, la maldición abate temporalmente al objetivo, le pone un kimono blanco y le hace fingir que es un fantasma y el Tipo B, el más retorcido de todos, desplegaba un pequeño petardo hacia el objetivo.


Cinco segundos después, explotaba en una colorida serie de cinco fuegos artificiales. No causaban ningún daño corporal, pero era un truco desagradable que desencadenaba otra ola aparentemente interminable de explosiones cada vez


que tocaba algo inorgánico. Si explotara en una habitación tan apretada como el despacho del director, no había duda de que sería una explosión.


¿Por qué mi hija es tan rara?


Cayna se alegraba de que Mai-Mai la adorara, pero no estaba segura de cómo se sentía ante la constante necesidad de atención. Sin embargo, aun no sabía que el verdadero problema era su hijo mayor.


Esa noche, escuchó un relato del dragoide con el que se hizo amiga y que se alojaba en la misma posada.


Al parecer, hoy hubo un montón de explosiones en la oficina de la directora.


Vaya, suena peligroso.


Todo el mundo en la Academia se pregunta qué ha pasado, y los rumores vuelan. Sin embargo, para bien o para mal, nadie resultó herido.


Wooow.


Nadie parecía sospechar nada a pesar de sus respuestas sarcásticas.



⚝ ⚝ ⚝



Habían pasado diez días desde que Cayna llegó a la capital real, aunque no había empezado a trabajar en el Gremio de Aventureros hasta el día siguiente de su visita a la Academia.


El problema era que había innumerables peticiones en el tablero. Dado que los miembros del gremio no estaban separados por un sistema de clasificación, cada persona debía determinar si podía encargarse de una búsqueda y aunque estaba definitivamente capacitada para las tareas más duras, el Gremio prefería que las peticiones como la recolección de plantas se dejaran para los novatos; nada de lo que no fuera capaz, pero escuchar los gritos de dolor de las plantas era una opción poco agradable.


Por ello, decidió dejar en manos de la joven recepcionista que revisara las solicitudes.

Discúlpa, Almana. Tengo que pedirte un favor.


¡Oh! Buenos días, señorita Cayna. ¿En qué puedo ayudarle?


¡Por favor, elige una petición para mí!


¿Perdón?


Almana no era la única sorprendida, ya que Cayna había dejado perplejos a todos los aventureros presentes.


En otras palabras, todos pensaban: "¿Qué estás diciendo?”


Después de decirlo, se dio cuenta de lo extraña que debía de sonar, por lo que miró sus reacciones y se corrigió.


¡Ah! ¡L-Lo siento! ¡No es que no sepa leer o no conozca mi propia fuerza! ¡Sólo estoy buscando un trabajo que no sea tan destructivo! ¡U-um! Um, uh…


La recepcionista observó el desesperado pánico de la joven y no pudo evitar mostrar una sonrisa.


Entendido, señorita Cayna, no hay necesidad de preocuparse. Yo le aconsejaré.


¡Bien! Muchas gracias.


La sonrisa de Almana le hizo recordar a Cayna a su prima.


No se veían mucho antes del accidente, pero solia visitarle y hablaba con ella casi todos los días mientras estaba en el hospital. Era como una auténtica hermana mayor,

y a Cayna le preocupaba que su prima hubiera caído en la tristeza tras su muerte.


Por esa razón, intentaba probarse a sí misma en este mundo porque no quería preocupar a la gente que conocía aquí.


Nuevamente la chica pelirroja sonrió ante este atrevimiento y en respuesta, Cayna se sonrojó.


Una conversación profunda en el mostrador molestaría a los demás, así que Almana la condujo a una pequeña sala con nada más que una mesa y dos sofás para tres personas, parecía que se utilizaba para discutir peticiones personales.


Bueno, entonces, señorita Cayna. Ya que es una maga, se especializa en magia, ¿correcto?


De repente sacó un libro tan grueso como una enciclopedia y lo abrió sobre la mesa.


Este era como una versión más pequeña del tablón de peticiones. Se trataba concretamente de los formularios presentados oficialmente por los clientes.


¿Conoce la fuerza de su hechizo mágico más fuerte?


Um, probablemente podría… Volar una casa.


¡Oh, cielos!

Esto era, por supuesto, una gran mentira. Sólo sonaba como la respuesta más plausible.


Si Cayna hubiera dicho la verdad, Almana se habría echado a reír o habría dudado de su fuerza real. Incluso sin un anillo de amplificación ni nada parecido, no era demasiado descabellado decir que podía abrasar media ciudad si desataba su mayor poder mágico. Eso era lo que destacaba en este mundo moderno.


¿Puede usar algo más que la Magia de Ataque?


Otras cosas… Bueno, puedo hacer un golem de roca, o cosas así.


Por alguna razón, se estaba convirtiendo en un patrón continuo en el que cada vez que Cayna estaba a punto de responder con la verdad, se lo pensaba mejor y daba una respuesta vaga en su lugar. Además, en este caso, cualquier gólem que creara sería mucho más fuerte que cualquier caballero.


De alguna manera estaba empezando a comprender lo angustioso que era mentir constantemente sobre sus habilidades.


Entonces, en ese caso… ¿qué tal esto? ofreció Almana.

Frente a Cayna colocó una petición que decía: “Caza de tintes.”


Realmente no tenía mucho sentido y en la mente de Cayna, solo aparecían aventureros corriendo con redes tratando de atrapar pinturas que salían de los tubos.


Se quedó mirando con una expresión de perplejidad mientras Almana seguía explicando.


El objetivo es capturar un monstruo que se utiliza como ingrediente de un tinte especial.


Cayna quiso decir: "¿Por qué no han escrito eso?", pero resistió el impulso. Al fin y al cabo, este era el tipo de escenario que requería taquigrafía. Por lo que cualquier aventurero que recibiera peticiones con regularidad habría sido capaz de saber lo que significaba.


A continuación, se le indicó cómo encontrar la empresa que fabricaba ese tinte en particular, y decidió hacerles una visita con la petición de la junta en la mano.


El edificio era pequeño y estaba especializado en productos para teñidos, pero el presidente de la empresa, un hombre regordete de mediana edad, le dijo que el lugar no era más que una oficina. La verdadera fábrica estaba en la orilla del río.


Al parecer, un equipo de aventureros se había dedicado antes a cumplir la petición de la empresa, pero resultó herido en el proceso y se disolvió.


En consecuencia, la empresa estaba teniendo dificultades para adquirir el tinte en los últimos tiempos.


El personal tenía sus dudas sobre esta joven que se ofrecía a asumir el pedido sin ayuda, pero aun así, no se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos, y el presidente de la empresa con el que habló inclinó la cabeza y dijo: "Agradecemos su ayuda."


Los clientes parecían no saber qué hacer e incluso Cayna empezó a preocuparse de si esto era realmente una buena idea.


Encontraría el monstruo que necesitaban para su tinte en el lecho de un río seco aguas arriba de la capital y el propio presidente se ofreció a guiarla hasta el lugar.


En este mundo, era peligroso para el común de los mortales ir más allá de la protección de las murallas, pero nadie pensó nunca que algo aún más fuerte que los monstruos que vivían ahí le escoltaría.


Mientras el presidente la guiaba y se estremecía, con cada hoja que crujía al viento y con los peces que saltaban en el río, el objetivo de repente apareció ante ellos.


A primera vista, se parecía mucho a las droseras de hoja redonda que viven en los pantanos y disuelven los insectos para alimentarse.


Por supuesto, ninguna drosera del mundo medía cinco metros.


Los órganos de la criatura, que utilizaban un líquido pegajoso para capturar insectos, eran grotescas bocas con tentáculos que parecían un cruce entre monstruo de película de terror y planta. Retorcía sus largos tallos y parecía agarrar cualquier cosa que se acercara. De hecho, ambos lo miraban cómo atrapaba con facilidad a un laigayanma que pasaba tranquilamente por allí. Las bocas unidas a los múltiples tallos comenzaron a despedazar a la criatura.


… ¿Y cómo se suele recoger el material? preguntó Cayna.


Ah, sí. Déjame pensar… Creo que los aventureros normalmente nos procuraron una o dos hojas.


Parecía que su equipo habitual desviaba las bocas y se limitaba a cortar algunas hojas. Cayna miró a su alrededor, pero no pudo determinar si había más de estos monstruos cerca.


Ya veo. ¿Así que este es el único aquí?


No, debe haber bastantes viviendo en la orilla del río.


Entendido. En ese caso, no habrá problema si lo tomo de raíz.


… ¿Perdón?


Hizo retroceder al presidente, que se había quedado mudo y con la boca abierta, y luego recogió un solo guijarro del lecho del río. Sosteniéndolo con fuerza en la mano, Cayna concentró su magia y lanzó un hechizo.

『 Habilidad mágica: Cargar: Crear Gólem de Roca Nivel 1 』


El guijarro que lanzó se detuvo en el aire, y las rocas del río que lo rodeaban comenzaron a formar un gran montón que luego absorbió el guijarro.

La pila comenzó a retorcerse y a girar hasta que poco a poco adquirió una forma humana. Le salieron los brazos, le crecieron las piernas y emergió una cabeza ligeramente abultada. Sus ojos eran dos cavidades huecas, una de las cuales emitía un brillo rojizo cuando el gólem de roca lanzó el primer grito de su vida transitoria.


¡MOH!


¡¿Habló?!


El presidente miró a la criatura de roca con desconcierto. Al parecer, los gólems de roca normales no podían decir ni una sola palabra y su reacción era completamente nueva para alguien como Cayna, que estaba acostumbrada a ver estas criaturas mientras jugaba al Leadale.


Probablemente que un gólem adoptara una pose intimidante, desalentadora y gritara sería simplemente extraño…


Su creadora lo había hecho para que tuviera el nivel más bajo posible, pero seguía siendo superior al nivel 100.


La altura era la mitad de la del monstruo de la drosera, pero sus habilidades eran claramente exageradas.


Se acercó y sostuvo firmemente las raíces del tallo, ignorando por completo los tentáculos mordedores que se enroscaban a su alrededor. Con un brillo aterrador en sus ojos rojos, el golem arrancó la drosera de la orilla resbaladiza.


¿Esto es suficiente? … ¿Uh, señor?


Cuando Cayna se dio la vuelta con confianza para informar de las buenas noticias, encontró al presidente congelado y con los ojos abiertos.


Eso sucede comúnmente cuando la gente ve algo que está tan lejos de sus expectativas, pierde la capacidad de moverse. Entonces le dio una bofetada al para intentar sacarlo de su estupor y volvió a preguntar si tenían suficientes ingredientes.


El presidente solo asintió con la cabeza.


Decidió que el gólem de roca llevara al monstruo de vuelta. Sin embargo, estaba claro que un extraño trozo de roca de casi dos metros de altura y cargando un monstruo de hierba atraería a una multitud de curiosos, por lo que pronto estarían rodeados de guardias y no podrían pasar por la puerta.


Cuando el presidente se lo indicó, Cayna lo liberó y lo convirtió en guijarros, pero antes consideró la posibilidad de poner el monstruo de drosera en su Caja de Objetos, sin embargo, pensó que tal vez mostrar algo así no era tan buena idea y, en su lugar, lo redujo con magia.


Silbando inocentemente, los dos atravesaron la puerta y se dirigieron a la fábrica, donde Cayna la devolvería a su tamaño normal.


Los empleados se enteraron por el presidente de que habían reunido los ingredientes del monstruo y se alegraron de poder volver al trabajo.


Mirando el ingrediente con forma de margarita que sacó de su bolsa, los trabajadores lanzaron un suspiro de decepción como si dijeran: “¿Esto es todo?”


Sin embargo, un instante después, el monstruo creció hasta convertirse en una gigantesca hidra herbácea que hizo que la gente se pusiera a salvo y se cayera.


Ahora podremos ponernos en marcha de nuevo, gracias.


No, no, simplemente estaba haciendo mi trabajo.


El rostro del presidente brilló con un animado espíritu artesanal mientras agradecía a Cayna y firmaba la solicitud como última formalidad, luego ella saludó a los empleados que la espiaban desde las sombras, y de esa forma, su primer trabajo llegó a su fin.


Lo siguiente fue una rara petición directa de Agaido cuando la emboscó frente al Gremio.


En realidad, soy el primer ministro de este país.


Oh vaya, qué sorpresa.


Realmente no podría importarte menos, ¿eh?


¿Qué clase de país tendría un primer ministro deportista? No eres Mito Koumon, tampoco.


¿Pero qué…? ¿Mito Koumon? A veces dices cosas más extrañas.


De todos modos, ¿de qué se trata esta petición?


Al parecer, Agaido quería hacer algo en la zona de reurbanización, pero tenía problemas para llevarlo a cabo por falta de fondos y demás. Si no se hacía nada con la zona, podría atraer a gente como aquel joven al cual ya antes había perseguido, que suponía un peligro para la seguridad pública, así que se preguntaba si ella podría ayudar a arreglarlo de alguna manera.


Por cierto, ¿por qué me elegiste a mí de entre todas las personas?


He escuchado las historias, sobre que eres la madre de la directora de la Academia y del Sumo Sacerdote Skargo, ¿verdad? También escuché que usaste algún hechizo antiguo en la escuela. También han llegado muchos otros informes.

No voy a meterme demasiado en el asunto, pero si esta petición implica que me convierta en una herramienta política, entonces no podría darte un no más grande.


El Sumo Sacerdote ya se ha opuesto a eso. Es un buen chico el que tienes ahí.


Supongo que es porque aún no lo he visto…


En cualquier caso, Cayna aceptó la petición y sopesó sus próximos pasos.


En un principio, pensó en desbrozar el terreno y utilizar sus poderes únicos de elfo alto para convertirlo en un bosque. Sin embargo, incluso si preparaba el hechizo, el alcance se extendería mucho más allá de la zona de reurbanización, así que desistió

de esa idea.


Al final, escarbó en las profundidades de sus recuerdos y utilizó un programa de noticias que había visto en el hospital llamado: "Construir un castillo para reconstruir

un pueblo."


Con eso en mente, desmontó todas las casas en ruinas y utilizó la madera como

material para su habilidad de Construir: “Hechizo de castillo.”


En casi un instante, se construyó un castillo de estilo japonés de ocho metros de altura sobre la parcela vacía. Cayna se sintió un poco mal por los niños que acababan de perder su patio de recreo, pero cuando se trataba de urbanismo, cambiar lo viejo por lo nuevo era algo habitual. Simplemente tendrían que rendirse y aceptarlo. Además, pensó que ahora sería mucho más fácil para los soldados atrapar al joven revoltoso.


En realidad, acabó teniendo que hacer el castillo dos veces.


La primera vez, pensó que poner una cueva en su interior sería bueno para el turismo y casualmente derribó un pilar, lo que hizo que todo se derrumbara.


Con este gran error, desperdició toda la madera de desecho. La actual y última iteración era de un tamaño menor debido a los materiales disponibles.


Al día siguiente, los soldados que patrullaban descubrieron el castillo, y el clamor resultante puso a la capital de cabeza. Según las investigaciones realizadas por los soldados y los funcionarios, el índice de criminalidad se redujo a cero. Pronto se reunieron tanto curiosos como vendedores, y se convirtió en un punto de interés turístico en el que se podían comprar "bolas de masa de edificio misterioso", diversas comidas a la parrilla de "edificio misterioso" y miniaturas de "edificio misterioso".


Se dice que su éxito continuó durante mucho tiempo, pero eso es una historia para otra ocasión.


El extasiado cliente de Cayna pagó con gusto una suma de veinte monedas de bronce por el trabajo.


También pisó las paredes para hacer algunas reparaciones en los tejados, y la multitud de espectadores que se formó a raíz de ello dificultó el paso por las calles, lo que enfureció a los soldados.


Y más tarde, llegó una petición personal que decía: "Mi barco ha volcado. Por favor, ayúdenme que recoja mi equipaje disperso que ha caído al fondo del lago.", esto parecía venir de alguien que la había visto caminar sobre el agua.


Para resolver su dilema, Cayna caminó por la superficie del lago hasta el lugar donde había volcado el barco e invocó a un Espíritu del Agua para que recogiera todas las pertenencias del fondo. Sin embargo, como la propia invocadora no sabía exactamente qué objetos eran, acabó arrastrando todo lo que encontraba hasta la orilla.


Tampoco tenía idea de cuánto tiempo llevaba todo esto en el fondo del lago y sería bastante obvio averiguar qué eran estos objetos si se hubieran caído recientemente, pero muchos estaban podridos hasta resultar irreconocibles.


De entre los restos oxidados había algo que en un principio pensó que era una caja de acero robusta, sólo para saber que contenía un esqueleto sosteniendo una piedra que estaba atada con cadenas.


Naturalmente, llamaron a los guardias y a los caballeros, y casi se la llevaron para interrogarla, pero les mostró el botón que le había obsequiado Agaido, por lo que de esta manera consiguió salir del apuro.


A los pocos días, incluso los aventureros más duros la reconocían como aquella despistada y torpe señorita que se salía de lo común. De vez en cuando le ofrecían consejos, que a su vez daban lugar a agradables intercambios y conversaciones.


Por supuesto, había los habituales tipos desagradables y celosos, pero Cayna los ignoraba lo mejor que podía. De vez en cuando solía escuchar rumores interesantes o se enteraba de algún puesto de comida deliciosa, así que tenía la costumbre de visitar el Gremio de Aventureros siempre que tenía tiempo libre.


Hasta que entonces, en uno de esos días…


¿Eh?


¿Hmm? ¿Qué pasa, señorita? le preguntó un compañero de aventuras, que se encontraba junto a la tabla de peticiones con la cabeza ladeada.


Señaló una solicitud publicada cerca de la parte inferior.


¿No aceptó alguien esto antes? preguntó.


El fornido aventurero que había hablado con ella llamó a sus amigos para que lo vieran, mientras que otros aventureros que parecían tener tiempo libre también se sumaron, y la información empezó a volar a diestra y siniestra.


A Cayna le gustaba mucho el ambiente que se respiraba en el lugar, ya que los miembros normalmente iban por caminos separados en otros gremios, pero las animadas conversaciones hacían del Gremio de Aventureros un lugar bastante cómodo.


¡Ah, esto! Escuché que alguien lo ha suspendido y por ello ha tenido que pagar una multa.


Eran un grupo de cuatro que no parecían ser de por aquí, por lo que imaginé eran forasteros.


Cualquiera que acepte un trabajo sólo por la paga es seguro que va a tener problemas.


La petición decía: "Por favor, haz algo con un fantasma. - Comité de la Arena de Batalla - Ocho monedas de plata,"


Hmm…


Cayna decidió que el trabajo sonaba interesante y lo aceptó de la junta.

Vaya, ¿va a ir a por ello, señorita?


Oye, si te encuentras con el fantasma, salúdalo de mi parte.


Bueno, ten cuidado ahí fuera.


Lo haré, gracias.


Los hombres endurecidos sonrieron agradablemente cuando Cayna tomó el papel y llamó a Almana a la recepción.


Con esto, Cayna visitó la Arena de Batalla al día siguiente.


La arena no estaba situada en el centro de la ciudad. En cambio, se encontraba más allá del castillo, específicamente en la colina.


En el lugar, se tomó un momento para cruzar el río (la entrada y salida de la ciudad por el propio río estaba prohibida), mostró su formulario de solicitud al guardia que estaba en la puerta amurallada al este del distrito aristocrático y se dirigió a su destino.


Tras sortear la colina y avanzar durante veinte minutos a pie, llegó a la Arena de Batalla.


Según lo que había oído en el Gremio, allí se celebraba un torneo anual de combate donde se reunían luchadores intrépidos de todas partes, y el evento generaba más solicitudes de guardias y defensas que cualquier otra época del año.


Al parecer, también se utilizaba para los simulacros de combate de los caballeros, las pruebas para la Academia y el circo.


Cayna estaría dando saltos de alegría ante la noticia de un torneo si hubiera sido parte de un juego, pero como esto era la realidad, no le apetecía ver cómo la gente se hacía daño.


Cuando mostró su formulario de solicitud al guardia de la entrada, éste le dirigió una mirada que indicaba que no esperaba gran cosa. En realidad, esa sería la reacción de cualquiera, pues ahora una joven había venido a realizar una tarea en la que habían fracasado equipos de cuatro y cinco personas.


En el interior, el supervisor de rostro delgado llamado Max tuvo la misma reacción, pero a estas alturas su desesperación hacia que se aferraran hasta a un clavo ardiendo.


Por favor, ayúdenos. Apreciamos su ayuda. dijo con una seria reverencia.

El fantasma había aparecido de repente unos diez días antes en los pasillos y en el escenario.


Aquellos a los que hacía sombra de forma constante y silenciosa se veían tan perturbados que renunciaban o se saltaban el trabajo sin permiso, y eso obstruía sus operaciones. En cuanto al ente, tampoco tenía una sola forma; podía ser un anciano, un niño o cualquier cosa. Sin embargo, cada una de ellas era imprecisa, lo que no hacía más que suscitar un mayor temor.


Tras conocer la situación, Cayna recibió permiso para quedarse dos o tres noches y decidió prepararse para su encuentro con este fantasma.


En primer lugar, aunque entendía la estructura básica de la Arena de Batalla, echó un buen vistazo al interior.


Era sorprendentemente similar al Coliseo romano que había visto en la televisión, tanto que incluso parecía como si hubieran restaurado el famoso edificio en mármol blanco. Por lo que había escuchado, había estado aquí antes de que se fundara la capital, y su creador era todo un misterio.


Realmente están haciendo un buen uso de la espeluznante arena, ¿no?


Sólo eso me da mala espina. Coincidió con la sospecha de Kee.


Esta vez se enfrentaban a los muertos vivientes (...), y la espada larga con la joya roja en la empuñadura que siempre llevaba encima estaba en su cintura.


En la hoja vivía una salamandra, una rara arma conocida como: “La Llama Eterna”, capaz de transformarse en forma de lagarto.


Se trataba de un objeto ingenioso que podrías ver utilizar a un héroe en una película de efectos especiales para acabar con los villanos. Un arma tan extraña como ésta hacía que uno se preguntara por qué tenía que parecerse a una espada.


A continuación, puso en marcha todas las habilidades activas que la ayudarían a encontrar al enemigo y continuó lentamente por el pasillo.


Los administradores de la Arena de Batalla estaban demasiado asustados para entrar, por lo que Cayna era la única que estaba ahí. Como era imposible vigilar una instalación tan grande, llamó a un subordinado tras otro con Magia de Invocación y colocó uno en cada zona. Estos seres estaban conectados a lo más profundo de su conciencia, así que, aunque fueran débiles, podían servir de cámaras de seguridad.


Se sentía como una pantalla de nueve vías en su mente.


Por supuesto, la vigilancia permanente no sería necesaria, pues los que ella convocara podrían diferenciar entre un intruso, un empleado y un fantasma.


Cayna terminó sus rondas antes del mediodía, sacó alimentos de su caja de objetos, encendió un fuego en el centro de la arena y empezó a cocinar.


Quemó los restos de madera de su anterior construcción del castillo que no eran aptos para su uso, y sus ingredientes fueron potros que había comprado en el mercado y un cultivo de raíces que era parte zanahoria y parte rábano.


En cuanto a la razón por la que decidió cocinar en ese lugar, fue porque estaba colocando el cebo. No había duda de que algo que no se escondía bien la seguía (aunque Kee había sido el que se había dado cuenta).

Cayna había puesto varias trampas y pensó que atraparía lo que fuera si no hacía nada. Para empezar, nunca necesitó un fuego; una habilidad de cocina habría bastado perfectamente.


Pero al cabo de un rato, el grito angustioso de alguien se escuchó desde lejos.


Moviendo la cola alegremente, un cerbero del tamaño de un caballo apareció en la entrada del concurso con el intruso en la boca. Que por cierto, la persona que estaba sujeta por la cabeza central era aquel niño malcriado que antes había atrapado, vestido con ropas plebeyas de mala calidad.


Ho-Hola, ¡¿qué pasa con esta cosa?!


Es Magia de Invocación. ¿Por?


¡Nunca he oído hablar de una magia como ésta!


Eso sólo significa que todavía tienes mucho que aprender. Eres, ah, ¿cuál es la palabra? ¿”Inculto”?


Agaido trataba al príncipe como un niño normal y no como un miembro de la realeza, pero ella y el primer ministro tenían un acuerdo. Si encontraba al príncipe díscolo, Cayna podría hacerle pasar un mal rato siempre que avisara a los guardias para que lo recuperaran.


Cerberwoof dejó al pequeño en el suelo, y el estómago del chico soltó un fuerte gruñido. Parecía bastante hambriento, así que Cayna le dio una pata de ave recién sacada del fuego, que él tomó y comenzó a devorar vorazmente.


El modo en que se comportaba como un niño de escuela que había olvidado su almuerzo le hizo dudar de que fuera de la realeza.


Para cuando terminó de comer, llegó la hora del interrogatorio, y al preguntarle por qué estaba ahí, él respondió: "Porque te vi cocinando."


Aunque pensó: "Nada de esto es particularmente tentador…", no había forma de que los guardias abandonaran sus puestos.


Normalmente, Cayna lo informaría a los guardias, pero para llegar hasta a ellos, tendría que entrar en la arena y tenía demasiado miedo del fantasma, por lo que no quería. Por lo tanto, decidió que no tenía más remedio que vigilar al chico hasta que terminara el trabajo.


Cuando estaba a punto de ordenar a Cerberwoof que protegiera al niño, éste insistió en que iría a su lado pasara lo que pasara.


No parecía que un espectro pudiera causar ningún daño corporal, pero eso era sólo su suposición. Cayna no tenía ni idea de los peligros que le esperaban y quería que se quedara en un lugar seguro, pero desafortunadamente el lugar más seguro era junto a Cayna.


Sería una gran molestia, pero no quería que se encontrara con su creador aquí, así que decidió llevarlo con ella.


Aunque estaba impresionada por su valentía, no podía decir si estaba siendo valiente o temerario y optó por que era mejor no pensar demasiado en ello.


Para colmo de males, las criaturas que había convocado en el coliseo andaban sueltas.


Aunque no desobedecían las órdenes de Cayna, estaba claro que cada una tenía una mente propia. Cualquiera de ellas podría aplastar a un humano promedio en un instante.


¿Qué diablos es esta bestia…? preguntó el pequeño.


Cerberwoof siguió las órdenes de Cayna de vigilar al chico y trotó detrás de los dos con un jadeo de tres partes.


Tenía un cuerpo negro y tres pares de ojos rojos ardientes. Su aliento iba más allá del calor y a veces era abrasador. Cayna se reía cada vez que el principe se daba la vuelta y se asustaba con sus hileras de colmillos afilados.

Teniendo en cuenta que estaba clasificado como un sistema único, la invocación era probablemente la que tenía la mayor variedad de todas las magias de Leadale.


Una vez que conocías una habilidad de Invocación Mágica: Bestia, podías registrar independientemente cualquier monstruo de tipo bestia que derrotaras. La única restricción era que, para cada tipo de monstruo, sólo podías invocar al primero que hubieras derrotado.


Cuando Cayna atrapó al cerbero en el Inframundo, era de nivel 480. Todavía había que probar y equivocarse, pero estaba aprendiendo a seguir órdenes específicas, aunque en el juego sólo había podido "Luchar" o "Volver". Cayna se dio cuenta de lo conveniente que era esta criatura.


También existía la Magia de Invocación: Dragón, pero el dragón que aparecía cuando se obtenía la habilidad era del mismo color que una de las siete naciones.


Se podía elegir entre un nivel de intensidad de uno a nueve y luego invocarlo. Los coleccionistas se desvivían por visitar con frecuencia a los maestros de habilidades, y también parecía haber quienes aprendían a invocar las nueve variedades.


Todo esto asombraba en exceso a los aficionados.


Al invocar un dragón o un espíritu, el nivel del objetivo invocado se calculaba

mediante la fórmula "nivel de intensidad × nivel del usuario × 10 por ciento". En el caso de Cayna, el mínimo era el nivel 110, y el máximo el nivel 990.


En cuanto al mocoso malcriado… No, el príncipe de este país… Tenía cero confianza en esa aventurera llamada Cayna, de la que el primer ministro y el sumo sacerdote hablaban tan bien a pesar de su reciente llegada a la capital real.


Incluso el viejo y musculoso primer ministro, que era conocido por ser contundente y rápido con la violencia, decía cosas como: "Esa señorita es ciertamente interesante".


A la hora de deshacerse de los guardias, el príncipe los superó a todos.


O al menos eso creía, hasta que fue capturado fácilmente mediante un truco insondable que permitía a su captor caminar sobre el agua. Esto lo había marcado tanto que incluso en sus sueños, repetía esa frustrante escena en un bucle interminable.


El Sumo Sacerdote había escuchado al príncipe murmurando comentarios sarcásticos para sí mismo sobre esta chica y se había sentido profundamente ofendido. Durante tres horas, el joven tuvo que escuchar los argumentos insulsos


del Sumo Sacerdote, que iban mucho más allá del mantra de: "Qué grande es el amor de una madre". De esta manera había pagado el precio de sus acciones, y su resentimiento había echado raíces más profundas.


Pensando que al menos podría desenmascarar su verdadera naturaleza, había intentado seguirla e investigar sus antecedentes, pero cuanto más investigaba, menos entendía.


En primer lugar, estaba el hecho de que pertenecía a los altos elfos. Incluso entre ellos, eran conocidos por ser miembros de la realeza de sangre pura que se sentaban por encima del resto y se aislaban del mundo. No tenía ni idea de por qué uno de ellos andaría divagando por ahí como aventurero. Se rumoreaba que los altos elfos luchaban en la retaguardia y que sólo disparaban potentes ráfagas de magia, pero por lo que el príncipe pudo ver, tenía demasiadas técnicas que incluían caminar sobre el agua y subir por las paredes.


Además, alguien como ella aparentemente tenía tres hijos: el Sumo Sacerdote, el director de la Academia y un enano que trabajaba como artesano junto al puerto.


También se percató de que la mitad de los puestos importantes del país estaban ocupados por miembros de su familia.


Y tras husmear en busca de información en el Gremio de Aventureros, el príncipe se enteró de que, aunque no lo pareciera, era una soldado impresionante. Eso es lo que pudo creer después de que su espada hiciera pedazos su arma secreta.


Por último, no soportaba el hecho de que Lonti, la que le había descubierto como miembro de la realeza, le guardara un extraño respeto. Esto no era más que celos por su parte, pero no parecía darse cuenta.


Todo era demasiado bueno para ser verdad.


Fue por estas razones personales que la siguió por la ciudad, sin embargo, justo cuando se había colado en la arena y comenzaba a sentir hambre, un tentador olor le había seducido. Nadie habría imaginado que un perro gigante de tres cabezas se escondería silenciosamente cuando fue a investigar el tentador aroma.


Soltó un grito y se dio la vuelta para escapar, pero un cangrejo de río del tamaño de un carruaje estaba detrás de él.


Sus cuatro pinzas eran suficientes para aterrorizar a un niño sin experiencia en la batalla. Su cara se puso blanca y se quedó helado. El perro de tres cabezas le había agarrado por la nuca.


Ahora, estaba cara a cara con ella.


El príncipe pensó en darle una colleja, pero un muslo de pollo asado al fuego le bastó para desechar esa oportunidad.


Más que nada, el príncipe se lamentaba de su propia simpleza.


Grrrr.


Awoo.


Había una presión aterradora detrás de él, y sintió que el perro de tres cabezas estaba conversando con algo, por lo que se dijo a sí mismo con desesperación: "No te des la vuelta, no te des la vuelta, no te des la vuelta", y le pareció sentir que algo pesado enviaba vibraciones por el suelo. Lentamente se dio la vuelta en contra de su buen juicio y ahí estaba, frente al perro negro de tres cabezas.


La enorme y altísima criatura prácticamente rozaba el techo, con su cuerpo escamoso de un ardiente tono carmesí. Su despiadada boca parecía capaz de tragarse a una persona de un solo mordisco. Había una luz roja parpadeante cuando los colmillos de la bestia rechinaban juntos…


Antes de que se diera cuenta de lo que era esta criatura, su mirada se encontró con sus ojos dorados de reptil, para que un instante después, cayese inconsciente.


Al escuchar que algo caía al suelo con un sonido abrupto, Cayna se dio la vuelta para encontrar a joven tirado en el suelo.


¡¿Eh?! Oye, ¿qué pasa?


La nariz de Cerberwoof se movió mientras olfateaba el aire, y apenas se coló en el pasillo, y detrás de él había un Dragón Rojo que miraba a Cayna como si dijera: "¿Cómo se ve?”


Sólo eso le decía lo que estaba pasando.


Invocar a un monstruo de bajo nivel no estaba tan mal, pero los de alto nivel tenían las habilidades necesarias. Para enfrentarse a su enemigo no muerto, había invocado a varios monstruos del elemento fuego.


Por el momento, había enviado un dragón de nivel 700 de sus reservas, ya que el no muerto más poderoso que Cayna había encontrado en el juego había sido un Dullahan de más de nivel 800. Al parecer, había sido una mala idea, pues Kee le había advertido que si intentaba invocar un monstruo de nivel máximo 990, sería imposible lograr un buen equilibrio con las demás criaturas que había enviado.


Cayna comprobó que el Poder (reduce en gran medida la capacidad de evasión del enemigo), la Presión (amortigua el Espíritu de Batalla) o el Mal de Ojo (efecto tenue) habían diezmado al príncipe. Su rostro estaba increíblemente pálido y parecía estar teniendo una pesadilla.


No había forma de que lo dejara.


Utilizando una habilidad de artesanía, creó un tablón con la madera que había obtenido anteriormente y le añadió ruedas, luego hizo que Cerberwoof y el dragón lo llevaran al campamento.


La noche había caído mientras daban vueltas, así que Cayna decidió esperar a la mañana en el centro de la arena.


Tras todo lo sucedido, se preguntaba seriamente si estaba bien que el pequeño estuviera ahí. Supuso que el palacio estaría alborotado pensando que lo habían secuestrado, y si alguien los encontraba aquí, no habría duda de que ella sería la principal sospechosa.


Aun así, no parece que esto sea obra de los muertos vivientes…


Intentó realizar el hechizo de invocación de más alto nivel, “Creación de no muerto”, pero no ocurrió nada. Eso sólo confirmó que lo que estaban enfrentando no era un muerto viviente.


En el mundo del juego de Leadale, este tipo de magia no estaba exactamente prohibida, pero estaba muy mal vista. En todos los campos de las afueras de las ciudades, había los llamados medidores de suciedad que actuaban como parámetros ocultos. Estos números indicaban la probabilidad de que los muertos vivientes aparecieran durante la noche. Si llegaban incluso al 50%, existía la posibilidad de que estos aparecieran.


Sin embargo, ese no era el caso aquí. En otras palabras, no había criaturas impuras en la arena.


Las criaturas que había convocado sólo estaban activas durante un máximo de seis horas seguidas. Como no sabía lo que había ahí fuera, sólo volvió a convocar al cerbero y dejó que el resto desapareciera de forma natural una vez transcurrido su tiempo.


También intentó encontrar algo en la arena con las habilidades “cazador” y “búsqueda”, pero no encontró nada. Ni siquiera una puerta oculta.


Después de haber llegado hasta aquí sin nada que mostrar, estaba completamente perdida y no tenía ni idea de qué hacer a continuación.


Mientras abría su Caja de Objetos para buscar una herramienta con la idea de que podía cavar un agujero y buscar una cueva subterránea, el Anillo Guardián que había guardado rara vez comenzó a parpadear. Cuando se apresuró a sacarlo, emitió un tenue destello azul.


... Espera, no puede ser. ¡¿Este es uno?!


Entró en acción en cuanto se dio cuenta.


Dejando al príncipe con el cerbero, Cayna levantó el anillo y llamó al código de acceso.


¡Aquel que protege en tiempos de problemas! ¡Te suplico que rescates a este mundo depravado del caos!


Un instante después, innumerables estrellas brillantes aparecieron en forma de cruz como una fuente bajo sus pies y la rodearon. En un abrir y cerrar de ojos, tanto ella como las estrellas desaparecieron.


El príncipe desmayado finalmente despertó, tal vez agitado por la brillante luz, sólo para encontrar al dócil cerbero acurrucado cerca de una fogata.


Cuando la luz radiante que la rodeaba se desvaneció, el entorno de Cayna había cambiado por completo.


Contempló una cúpula perfecta semicircular de unos cincuenta metros de diámetro, mientras que bajo sus pies había un suelo verde utilitario delimitado en rejillas alineadas y por encima de ella había una reproducción de nubes flotando en un cielo azul.


Un sol que parecía un juguete de felpa de lo más tierno flotaba en el centro. Si tenía que llamarlo de alguna manera, era como algo de uno de esos viejos juegos de maquetas geocéntricas en miniatura.


En el centro de la habitación había una maceta blanca esculpida como las que se pueden comprar en cualquier tienda de artículos para el hogar. El recipiente, con forma de pilar, llegaba a la altura de la cintura, y en la tierra compactada de su centro había una pequeña hoja de arce marrón medio marchita que apenas se mantenía viva. Adivinando que se trataba del núcleo del Guardián, Cayna vertió en él la mitad de sus propios PM.

La vida volvió inmediatamente a la hoja, el humo brotó de la parte superior y se coaguló en una forma humana blanquecina.


La figura tenía la mano derecha sobre el vientre y estaba inclinada, ya que aparentemente incapaz de solidificarse, flotaba en volutas mientras hablaba.


Saludos cordiales. Esta es la Torre Guardiana del Noveno Maestro de Habilidades, Sir Kyotaro. ¿Puedo preguntar por el nombre de nuestro invitado?


Soy Cayna, la Tercera Maestra de Habilidades. ¿Dónde está tu maestro?


Lo siento mucho, Lady Cayna. Mi maestro está ausente en este momento. O mejor dicho, no volverá nunca más…


¡¿Qué?! ¡¿Qué se supone que significa eso?!


El Noveno Maestro Kyotaro era un Rompedor de Límites como Cayna y un miembro de la raza dragoide. Pertenecía a un gremio diferente al de ella e incluso se había convertido en maestro del del mismo. En lo que respecta a la batalla, era un vanguardista hasta la médula, lo cual era todo lo contrario a su estilo de lucha.


Al parecer, el día que interrumpió sus actividades en la torre anunció:


"Este es mi último día" y "Nuestros sueños también llegarán pronto a su fin". Gracias por todo; ha sido muy divertido. Fue una pena que sólo doce Maestros de Habilidades pudieran reunirse por última vez, pero probablemente nos reuniremos de nuevo en algún otro lugar.


Y con eso, se fue y nunca más volvió.


La torre entró en el modo de suspensión después, pero recientemente había sentido la presencia de un Anillo Guardián, el anillo de Cayna, y pensó que al menos debía intentar enviar un mensaje.


Sin embargo, su reserva se había agotado, lo que posteriormente provocó los avistamientos de fantasmas en la arena de arriba.


Cayna, por su parte, percibió las circunstancias que rodeaban el mensaje final de Kyotaro.


Sólo otros doce Maestros de Habilidades pudieron reunirse…


Eso quería decir que su mensaje tuvo lugar después de la muerte de Keina Kagami.

Nuestros sueños también llegarán pronto a su fin…


El final de Leadale.


En otras palabras, este mundo no era el "futuro Leadale", sino "el futuro Leadale después de que los jugadores se fueran". Por mucho que buscara, Cayna nunca encontraría un jugador de una raza longeva. Esta era la realidad a la que se enfrentaba.


… Demonios, ahora estoy realmente en problemas …


A decir verdad, había estado esperando conocer a otro jugador así. Podía escuchar las grietas que se formaban en sus cimientos emocionales antes de que se rompieran en un millón de pedazos.


Cada gramo de fuerza abandonó su cuerpo y se sentó.


Agachó la cabeza y suspiró tan fuerte y alargado que cualquiera que lo escuchase podría haber pensado que le estaban succionando la vida.


Pero entonces, la figura blanca le tendió un anillo de guardián.


A diferencia del suyo, era de color azul cielo y por un momento tuvo la sensación de poder contemplar sus profundidades para siempre.


Lady Cayna, mi maestro ya no existe. La reconoceré como el nuevo maestro de esta torre. Por favor, acepte esto.


Cayna siguió mirando el anillo en silencio. La figura tomó su mano, lo colocó en su palma y la cerró con el objeto. Luego dio un paso atrás y se inclinó.


Espero sus órdenes, Maestra.


Miró entre sus dos anillos y pensó en su propio Guardián.

Éste no podía ser más diferente de aquel mural suyo. Molesta por la discrepancia entre ambos, suspiró y se puso en pie. Estar deprimida no la llevaría a ninguna parte, así que se recompuso.


Hmm… No se me ocurre nada en particular. En cualquier caso, deja que la gente de arriba use la arena, ¿de acuerdo?


Sí, entendido. ¿Parece que ahora hay mucha gente viviendo en la zona?


¡Oh, claro! Han pasado unos doscientos años. Ahora el castillo de un nuevo país está justo enfrente de aquí.


Ya veo. Por cierto, parece que un niño en la arena de arriba está haciendo un escándalo.


Ahora que lo pienso, olvidé que lo dejé allí. Supongo que ahora está despierto…


La conmoción de todo lo sucedido había alejado por completo la situación de del joven príncipe en su mente, o quizá simplemente se había olvidado de su existencia.

Era un mocoso descarado y molesto, pero ella no tenía intención de decirle a un niño que debía callarse, aunque tuviera algo que decir. Después de todo, era el hijo de otra persona y seguramente su educación lo enderezaría.


Su misión en el lugar estaba prácticamente terminada, así que tuvo que cambiar de modo y pensar en entregar al niño a los guardias.


En cualquier caso, después de dar al núcleo el MP que había repuesto mientras hablaban, decidió dirigirse a casa.


Bueno, ahora me voy. Vendré de nuevo para rellenarte de nuevo.


Entendido. Entonces, permítame acompañarle hasta la salida. Por favor, tenga cuidado.


El escenario cambió en un instante. Cayna se encontraba en el borde de la arena, en la sección de los asientos de honor. Mirando hacia el centro del escenario, luego inclinó instintivamente la cabeza ante el extraño espectáculo que tenía delante.

En primer lugar, el mocoso maleducado seguía bien. Se encontraba encogido detrás de Cerberwoof con una expresión de pánico.


A continuación, estaba el propio cerbero. Protegía a pequeño con tres pares de colmillos desnudos y gruñía ferozmente antes de que cada cabeza aullara al unísono. Este firme cachorro seguía las órdenes de su invocadora de forma espectacular.


Por último, había tres personas con armadura blanca y con las espadas desenvainadas. Rodearon a Cerberwoof y se acercaron a él con su hábil manejo de la espada, pero no pudieron hacerle ni un mísero rasguño.


¿Qué diablos está pasando?


Cayna abandonó la sección de espectadores y bajó de un salto al escenario. Al escuchar sus pies golpear la tierra, el príncipe se apresuró a acercarse.


¡Oye! ¡Haz algo, ¿quieres?!


Espera un segundo, ¿qué está pasando aquí?


Mi padre envió a estos caballeros a buscarme, pero tu pequeña mascota se interpone en el camino. ¡No les deja acercarse!


Al parecer, incluso este mundo tenía espías y similares.


Con toda probabilidad, Agaido había enviado a estos caballeros para vigilar a Cayna.

Sin embargo, una vez que ordenó al cerbero que protegieran al principe, ya no pudieron seguirla.


¡Cerberus! ¡Ya basta! ¡Detente!


En cuanto escuchó la voz de su dueño, el cerbero se apartó de los caballeros y corrió hacia su invocadora, quien le acarició ligeramente el cuello mientras se acurrucaba contra ella. El pelaje era áspero y rígido en lugar de esponjoso.


Aprovechando su retirada, los caballeros se acercaron con cautela, con las espadas aún desenvainadas. Cerberwoof y Cayna se apartaron para despejar el camino, y ella empujó al príncipe delante de ellos.


Me disculpo por el error de mi pequeño cachorro. Es peligroso dormir fuera por la noche, así que hice que el pobrecito protegiera al niño, pero…


¿Eres el aventurero del que habló el primer ministro?


¡¿Por qué dejas que un monstruo tan peligroso ande por ahí?! ¡Tenemos suerte de que no haya pasado nada terrible!


Sus acciones son inexcusables. Me disculpo por ello, pero debo pedirle que nos acompañe a la sala de guardia de los caballeros.


Cayna podía decir de alguna manera que estos tipos eran ejemplos desesperados de burocracia obstinada.


Lo siento, pero estoy en medio de una petición ahora mismo. ¿Podríamos hacer esto otro día?


¿Acaso tú, un simple aventurero, nos desafías?


Quizá sintiendo la tensión en el aire, Cerberwoof volvió a gruñir. Si soltaba la correa, aplastaría la cabeza de los caballeros en menos de un instante, y se acabaría el juego. Sin embargo, hacer eso parecía que se volvería contra ella en el futuro.


A Cayna no le importaban los rencores personales contra ella, pero no quería causar problemas a la comunidad de aventureros.


En cuanto al príncipe, ahora se colocó detrás de los guardias y los incitó.


¡Sí, díselo!


Parece que a la autoridad es a lo único que vas a responder.


Suspirando, Cayna abrió su bolsa y sacó un botón con una pequeña campana.

Nunca pensó que tendría que usarla por segunda vez tan pronto después de la primera. Cuando le preguntó a Agaido después, le dijo que poseerlo demostraba que tenía el apoyo del Marqués de Arbalest. Le daba un poco de miedo que le confiara algo así después de haber cumplido sólo dos peticiones.


Las reacciones de sus hijos si descubrieran que su madre había sido metida en la cárcel serían aún más aterradoras. No era una broma. Había oído que su hijo mayor estaba entre los tres principales funcionarios de la nación, en cuyo caso, tenía que usar su autoridad para evitar que esos caballeros perdieran sus puestos de trabajo.


El botón que se presentó ante ellos hizo temblar de miedo a los caballeros. Tras impedir que se arrodillaran y disculparse por su descortesía, les pidió que llevaran al príncipe a casa.


Rápidamente le obligaron y arrastraron al niño fuera de la arena.

Cayna esperó hasta que desaparecieron de la vista y se sentó junto a la hoguera, mientras que Cerberwoof se acomodó detrás de ella para apoyarla.


¡Agh, estoy agotada! ¡Pensar en todo esto es una estupidez!


Dejando escapar un único gemido para airear sus quejas, sacó una almohada y decidió rápidamente irse a dormir. Decidió que la petición la terminaría al amanecer.

Sintiendo el calor de Cerberwoof, que le acarició la nariz con un gemido de felicidad, se quedó dormida.


A la mañana siguiente, limpió la hoguera y despidió al cerbero.


Informó a Max, el supervisor de la arena, de que se había solucionado el problema, pero como no podían confiar sólo en esa información, se decidió que ella recibiría el pago después de que se demostrara que el fantasma había desaparecido realmente.


Al final, el gremio de aventureros le pagó ocho monedas de oro tres días después.





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1 comentário


data 01
data 01
13 de jan. de 2022

me gusta esta novela, pero no encuentro el siguiente capitulo, esta disponible en algun otro lugar o ya fue abandonada la serie?

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